Para que los vecinos del sur de Embalse no olvidemos lo vulnerable a las inundaciones que es el lugar donde vivimos. Cabe recordar lo publicado por el diario La Voz del Interior al día siguiente de la catástrofe:
Miércoles 25 de noviembre de 2009
Más de 60 familias afectadas por un aluvión de agua y barro en Embalse
Cayeron 70 milímetros. Por la deforestación, ya no hay barreras de contención.
La furia del agua que corrió desbordada sin la contención de la forestación devastada por los incendios, inundó las casas de más de 65 familias de dos populares barriadas de Embalse, una localidad del departamento Calamuchita emplazado sobre la ruta 5. En la madrugada de ayer, cayeron más de 70 milímetros de lluvia, en poco menos de una hora.
Los vecinos relatan, casi de manera calcada, el caos que se vivió, a eso de las dos de la madrugada, cuando comenzó a llover con furia y las viviendas se empezaron a inundar. A tientas, por el corte de luz, intentaban salvar lo que se pudiera.
Situaciones dramáticas se vivieron entre familias con niños pequeños o con ancianos. "Mi mamá casi se nos ahoga, no la podíamos sacar, tiene más de 80 años", contó Estella de Santi, una de las más golpeadas por el temporal. El interior de su casa y su patio se veían devastados.
Desde el fondo, la mujer contó que la pileta estaba vacía para ser pintada y por la tormenta se llenó hasta el tope, con 30 mil litros de agua y lodo. El automóvil, guardado en la cochera, también se tapó en barro.
"El agua entró y sacó la heladera afuera", apuntó Edith Luna, conocida en Embalse como "Pelusa", quien estaba con su hijo menor, Lázaro, de un año y 20 días. Su casa está ubicada en barrio Escuela, el más afectado junto a Santa Isabel y Aguada de Reyes. "Esperemos que ahora nos ayuden", apuntó. Relató que su vecina le gritó para que saliera con el pequeño y evitara daños mayores. Están en una zona que ya sufrió seis inundaciones en los últimos 25 años, pero ninguna de la magnitud de la de ayer.
En el sector más golpeado, se veía a vecinos sacando el barro con palas y estropajos, por todos los rincones. Al igual que maquinarias municipales que intentaban despejar las calles anegadas por el barro.
"Es una situación lamentable, hay muchas familias que perdieron todo. Estamos haciendo todos los esfuerzos para tratar de calmar el flagelo que han sufrido más de 40 familias, con casas que prácticamente han quedado inhabitables, que tuvieron el agua hasta el techo", apuntó el intendente Federico Alesandri.
Si bien en un primer momento se informó que eran 20 las viviendas afectadas, con el avance de la evaluación de los daños, esa cifra trepó al doble al mediodía y llegó a 65. Ayer, empleados de Desarrollo Social de la Provincia viajaron a Embalse para interiorizarse del tema y brindar asistencia. No obstante, creen que la cuantificación del daño se demorará unos días.
Los vecinos relatan, casi de manera calcada, el caos que se vivió, a eso de las dos de la madrugada, cuando comenzó a llover con furia y las viviendas se empezaron a inundar. A tientas, por el corte de luz, intentaban salvar lo que se pudiera.
Situaciones dramáticas se vivieron entre familias con niños pequeños o con ancianos. "Mi mamá casi se nos ahoga, no la podíamos sacar, tiene más de 80 años", contó Estella de Santi, una de las más golpeadas por el temporal. El interior de su casa y su patio se veían devastados.
Desde el fondo, la mujer contó que la pileta estaba vacía para ser pintada y por la tormenta se llenó hasta el tope, con 30 mil litros de agua y lodo. El automóvil, guardado en la cochera, también se tapó en barro.
"El agua entró y sacó la heladera afuera", apuntó Edith Luna, conocida en Embalse como "Pelusa", quien estaba con su hijo menor, Lázaro, de un año y 20 días. Su casa está ubicada en barrio Escuela, el más afectado junto a Santa Isabel y Aguada de Reyes. "Esperemos que ahora nos ayuden", apuntó. Relató que su vecina le gritó para que saliera con el pequeño y evitara daños mayores. Están en una zona que ya sufrió seis inundaciones en los últimos 25 años, pero ninguna de la magnitud de la de ayer.
En el sector más golpeado, se veía a vecinos sacando el barro con palas y estropajos, por todos los rincones. Al igual que maquinarias municipales que intentaban despejar las calles anegadas por el barro.
"Es una situación lamentable, hay muchas familias que perdieron todo. Estamos haciendo todos los esfuerzos para tratar de calmar el flagelo que han sufrido más de 40 familias, con casas que prácticamente han quedado inhabitables, que tuvieron el agua hasta el techo", apuntó el intendente Federico Alesandri.
Si bien en un primer momento se informó que eran 20 las viviendas afectadas, con el avance de la evaluación de los daños, esa cifra trepó al doble al mediodía y llegó a 65. Ayer, empleados de Desarrollo Social de la Provincia viajaron a Embalse para interiorizarse del tema y brindar asistencia. No obstante, creen que la cuantificación del daño se demorará unos días.
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