Disertó en Roma sobre los desafíos para los jóvenes que se dedican a la conservación de bosques

Se trata de la bióloga moldense, Analí Bustos, quien brindó un discurso en la apertura de la reunión de Comité Forestal de la FAO. Habló sobre la escasa formación específica en la materia y falta de fuentes laborales.

Por Luciana Panella

La licenciada en Biología, Analí Bustos, volvió a destacarse en la escena internacional respecto de la temática de conservación de los bosques. En los últimos días, disertó en la apertura de la reunión número 26 del Comité Forestal de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) que se realizó en Roma. La moldense fue invitada como referente juvenil que investiga y trabaja sobre la preservación de los ecosistemas nativos, como es el de la Reserva Monte Alegre, ubicada en la zona de Las Acequias. En su discurso, se refirió a los desafíos que enfrentan hoy quienes quieren estudiar o trabajar en la materia.

“Me pareció muy lindo dar mi punto de vista, no solo como joven sino como sudamericana y como mujer. Tuve una recepción muy buena y unas devoluciones muy lindas”, señaló la especialista a Puntal.

- ¿Cuáles son las actividades que se llevan a cabo en este encuentro?

- En el Comité se reúne un representante de cada país miembro de la ONU, es decir unos 193 representantes. Se hace cada dos años y están presentes funcionarios gubernamentales y los servicios forestales de las naciones miembros. Lo que hacen es revisar todos los tratados y acuerdos que tienen respecto a bosques. Si hay que reescribir algo se hace y básicamente es una semana de discusión, en la que ellos están revisando y reescribiendo todos esos tratados. Eso luego pasa a comisiones técnicas en la ONU para la Alimentación y Agricultura, y se baja a programas para cada país o cada uno se lleva esos escritos para así poder aplicarlos en diferentes tipos de políticas, es decir en cuanto a llevarlas a terreno para la conservación de bosques.

- ¿Cuál fue tu papel dentro de este evento?

- Me invitaron como representante juvenil, referente que trabaja en bosques para que plantee las necesidades de la gente que esté por empezar una carrera relacionada con esto. Los desafíos con los que se encuentran y cuáles son las cosas que necesitamos nosotros como personas ingresantes a este sector que está en crecimiento y desarrollo, para realmente tener trabajo y hacer aportes significativos en el contexto del cambio climático que se presenta en la naturaleza. Fui la única joven argentina, también estaba el embajador y un pequeño comité representante del país que eran cuatro personas.

- ¿Te referiste a tu trabajo en la Reserva Monte Alegre?

- Sí, la idea fue que yo compartiera cómo fue que yo llegué a trabajar con bosques y con el sistema. Que contara todo lo que vengo haciendo desde que estudié hasta ahora. Además de mi tarea en la reserva también me dedico a la investigación. El tema es que siempre la gente llega a trabajar con bosques por casualidad, porque no hay carreras específicas para eso. No hay un camino muy claro de cómo llegar a trabajar en bosques. Empezando por la formación de grado, no hay carreras especializadas en esto. En la Universidad de La Plata está Ingeniería Forestal, pero no hay un desarrollo grande en lo que es la capacitación y formación académica. Entonces ya desde ahí te tenés que inventar la manera de llegar y armarte una carrera que termine en esto. Por ejemplo en mi tesina de grado justo trabajé con un grupo de investigación que hacía ese tema, pero estudié Biología, una cosa súper general. Cuando lo mejor sería tener cursos de especialización o técnicos para que así puedan preparase más personas y trabajar en bosques, desde los distintos aspectos que no solo son cuestiones técnicas y ecológicas, sino que conciernen a otras aristas como las económicas, sociales y políticas. Además cuando uno se recibe tampoco hay armado un mercado laboral muy claro para hacer aportes significativos. Uno ve muchos objetivos nacionales e internacionales que solo quedan en palabras y bla bla sobre los bosques, pero en la realidad la gente que trabaja con bosques no encuentra un empleo efectivo. Es muy difícil que una persona pueda desarrollar una carrera entera full time para algo de lo que luego no va a recibir un salario.

- Es decir que más allá de toda la idea de conservación que se promueve, no se les da herramientas a los jóvenes para el abordaje...

- Hay muchas promesas de lo que debemos hacer con los bosques y con los ecosistemas, pero hay un desajuste entre el discurso y las acciones reales. Necesitamos formar más personas y generar más puestos de trabajo para poder cumplir los objetivos que se plantean porque sino se vuelve algo utópico. Podés tener millones de dólares pero si no tenés gente para tomar las acciones no podés llevarlas a cabo.

- ¿Este es un problema mundial o hay algún país considerado modelo?

- Canadá tiene un desarrollo bastante bueno en tema forestal y todos los países que se consideran ‘desarrollados’ tienen una mejor formación, trabajan puntualmente en formaciones universitarias hasta políticas que son reales y se aplican. Pero en Argentina estamos muy atrás, es una realidad de Latinoamérica y de todas las naciones en vías de desarrollo. Pero no hay un modelo a seguir tampoco, todos los países tienen en menor o mayor medida sus fallas. Todos deberíamos estar más adelante pensando en que todos estos sistemas son los que regulan el clima y las condiciones para vivir. Lamentablemente en los países con condiciones económicas más precarias, estos temas son los que quedan siempre por detrás y después vienen las consecuencias como el cambio climático, catástrofes o situaciones que impactan a la economía directamente.

Fuente:

Luciana Panella, Disertó en Roma sobre los desafíos para los jóvenes que se dedican a la conservación de bosques, 12 octubre 2022, El Puntal de Río Cuarto.