Tres
profesionales de la Universidad Nacional de Villa María vienen
estudiando las características de este espacio desde hace tres años.
¿Los resultados? Entre basurales clandestinos, una grata cantidad de
vegetación nativa y una excesiva mixtura de actividades, esperan
poder concluir el trabajo.
Se
denomina “periurbano” a la zona de transición entre lo urbano y
la ciudad. Ese espacio en Villa Nueva, con usos mixtos, es el que han
estado estudiando/construyendo tres profesionales de la Universidad
Nacional de Villa María desde hace tres años, descubriendo
características que no han dejado de sorprenderlos.
Por
un lado, por ejemplo, por el hecho de hallar una docena de basurales
clandestinos; por el otro, por la fuerte mixtura que presenta; o,
también por la gran cantidad de vegetación nativa presente.
El
objetivo principal es ordenar. Y para eso, necesitan poder trabajar
en forma conjunta con el municipio, en pos de poder darle a la
investigación una utilización concreta que favorezca a la ciudad.
Qué
se encontraron
Ana
Guzmán, es ingeniera en Ecología y posee un doctorado en Geología;
Leonardo Castoldi es ingeniero Agrónomo, ambos son investigadores en
la UNVM. Luciana Pierotti, es arquitecta y está culminando una
maestría en Gestión Ambiental del Desarrollo Urbano. Además es no
docente en la Secretaría de Planificación de la casa de altos
estudios.
Ellos
son quienes han recorrido cada espacio del periurbano villanovense en
los últimos tres años realizando un pormenorizado trabajo cuyas
apreciaciones y conclusiones contaron a El Diario.
Este
mismo trabajo es el que hicieron también desde 2013 en Villa María,
logrando como fruto del proyecto de investigación, conjuntamente con
la Municipalidad, darle lugar a la nueva zonificación y a la sanción
de la Ordenanza 7.209.
“Venimos
trabajando en los usos del suelo que tiene el periurbano de Villa
Nueva”, planteó Guzmán. Quien, a modo de explicar el trabajo,
comparó: “Si ves la ordenanza de Villa María, se observan zonas
donde se fomenta el uso agrícola extensivo, se fomenta el uso
agrícola intensivo, la cría de animales y la expansión urbana. Lo
que nosotros encontramos en Villa Nueva es, justamente, que hasta
donde tenían normalizado era principalmente una idea de código de
edificación, pero esto es solo en parte urbana; pero no los usos del
suelo. Entonces hoy en día tenés, por ejemplo, usos mixtos”.
Un
ejemplo muy concreto de esto lo mostraron en un mapa que forma parte
del informe que pronto darán a conocer. Allí, tomando solamente una
porción del periurbano de Villa Nueva, se demarcaron con colores las
diferentes actividades que se hacen, una a la par de la otra. Ahí se
encuentran con un productor hortícola, el kartódromo, un monte
nativo, un tambo, al costado una pista de aeromodelismo, cercano a
eso hay viviendas, y adyacente a éstas, industrias. “Es una
diversidad enorme toda junta. Tenés lugares que pueden tener
sinergia y otros que pueden ser inhibidores. Si ponés un loteo al
lado de un criadero de cerdos, ese loteo es inhibidor de la
actividad. Entonces es importante ordenar para poder incluir toda la
cantidad de población que tiene Villa Nueva”, planteó Pierotti, a
lo que Castoldi añadió: “Leo. Eso evita conflictos entre las
partes también”.
Sucede
que el municipio villanovense logró ampliar su ejido municipal, y a
raíz de eso es que quedaron zonas rurales dentro de su radio.
-
¿Con qué se encontraron en las salidas de campo?
-
Pierotti: “Nos hemos encontrado con basurales clandestinos. Al
menos 12. Lo que pasa con eso, no es por lo general un punto sino
varios lugares donde se van dejando basura a los bordes de los
caminos o al borde del río, que es bastante preocupante”.
- Guzmán:
“También nos encontramos con que hay bastante vegetación nativa,
lo cual es muy valorable y es mucho más de lo que encontramos en
Villa María, por ejemplo. Eso estaría bueno resguardarlo porque
todavía no está visibilizado socialmente”.
Tener
un periurbano desordenado genera conflictos varios que no solamente
afectan a la ciudad. En ese sentido, contaron que “la Provincia
tiene tres mercados de Abasto y Villa María tiene uno, pero la
mayoría de los productores están en Villa Nueva; ahora con la
ampliación del ejido urbano los productores quedan dentro de esa
zona y hay que ver ahora cómo van a tributar, qué va a implicar
para los productores, desde los servicios hasta el uso, y cómo
afectará eso a la producción final”.
- ¿Qué
es lo que más los preocupó?
- Castoldi:
“La mayoría de los productores alquilan. Hicimos un taller con la
gente del Mercado y con los productores. Vimos que se plantea una
mancha uniforme, y en realidad hay muchas realidades. No es solamente
la parte hortícola, nos preguntamos a dónde vamos a colocar el agro
que hoy se da, o el tambo, o las industrias. Y qué hacemos con los
basurales. Lo de la producción hortícola es preocupante porque es
una actividad que siempre está en conflicto si no es con lo urbano,
es con lo rural. Entonces se terminan yendo los que alquilan”.
Con
relación a esto, dieron a conocer un dato importante y que tiene que
ver con que “Villa Nueva tiene bastante población periurbana que
vive en el campo, y eso es sumamente interesante porque lo comparamos
con otros periurbanos de otras partes del país y tienen mucho; eso
es muy rescatable porque estamos en un país donde el 94 % del país
viven en zona urbana”.
Los
investigadores, cuando se los consultó sobre el crecimiento que ha
tenido la ciudad con nuevos loteos hacia las afueras, hicieron
referencia a un trabajo que también hizo una profesional de la
Universidad Nacional de Villa María para responder. “Hay un
trabajo muy interesante que vino haciendo Mónica Sánchez junto a
otros profesionales donde analizaron el crecimiento urbano
básicamente. En ese trabajo comentaron que Villa Nueva aumentó
muchísimo más en la cantidad de oferta de vivienda y no se sabe si
realmente es la cantidad de demanda que hay de eso. El problema con
eso es que no solamente están expandiendo ese espacio sino que lo
ponés en competencia con otros que son productivos y que son
necesarios”.
Trabajar
en conjunto
“Vemos
que hay una gran diversidad en Villa Nueva, mucho más alta de la que
hay en el periurbano de Villa María, pero lo tienen mucho menos
ordenado. Nosotros trabajamos un poco con la Municipalidad pero por
ejemplo, nosotros en los proyectos de investigación para trabajar
tenemos protocolos de trabajo que todavía Villa Nueva no firmó hace
dos años”, puntualizaron quienes también están haciendo esta
investigación en Tío Pujio y Arroyo Cabral.
Lo
que están esperando, es poder sentarse nuevamente con las
autoridades municipales para terminar de darle forma a las
herramientas que se pueden generar a partir de la investigación.
“Nosotros
no le damos un informe a los municipios, sino que construimos con
ellos las herramientas. Una construcción colectiva con los
municipios. Nuestro interés es que la Municipalidad pueda participar
en esto y terminar de armarlo en conjunto”, puntualizaron.
De
hecho, contaron que tiempo atrás han sido recibidos por el Concejo
Deliberante, con el área de Obras Privadas y la Secretaría de
Industria, pero el trabajo no terminó de cerrarse, por eso también
confesaron que se vieron sorprendidos cuando días atrás el cuerpo
legislativo aprobó un proyecto donde se incorporaba el periurbano a
la tarifaria municipal.
Incluso,
plantearon la necesidad de que el trabajo que se viene llevando
adelante entre el municipio y el Colegio de Arquitectos de la región,
incluya también a otros actores. “Nos parece interesante que se
abra a la sociedad”, resumieron.
Comparando
los espacios de vegetación en las “Villas”
Los
investigadores ponderaron que Villa Nueva tenga “un montón de
vegetación nativa”. Es que, a modo de entender la importancia,
compararon: “La gente de Villa María seguimos peleando por la
conservación del algarrobal, pero lamentablemente si no se
construyen corredores biológicos terminan quedando como una isla.
Donde por ejemplo los polinizadores, que no es solamente la abeja, no
van a poder llegar, las aves, reptiles, todo. Entonces hay que
enriquecer todo eso con corredores biológicos, que naturalmente
Villa Nueva los tiene, no son ciento por ciento nativos, pero se
generan unos corredores maravillosos”.
Fuente:
Las sorpresas en la investigación del periurbano villanovense, 26 diciembre 2019, El Puntal de Vila María. Consultado 26 diciembre 2019.
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