Es un proyecto
inmobiliario en Unquillo, resistido por algunos sectores de vecinos y
de ambientalistas, que fueron a la Justicia. Para ser aprobado, se
reformuló y tendrá más áreas de reserva natural y menos lotes.
La Secretaría de
Ambiente de la Provincia aprobó el 27 de diciembre del año pasado
el proyecto de urbanización Fideicomiso El Cigarral, conocido como
El Montecito, en Unquillo, un emprendimiento que desde el año 2014
va y viene con reformulaciones y que fue criticado en una concurrida
audiencia pública.
La autorización
firmada por el secretario de Ambiente Javier Britch permite utilizar
las 125 hectáreas del predio con 44 hectáreas para el loteo
residencial, 14 hectáreas para circulación, 12,5 hectáreas para
espacios verdes y 55 hectáreas de reserva natural, como principales
usos. En el proyecto original, se planteaban 72 hectáreas para
viviendas y otras 20 hectáreas para circulación, dejando apenas 20
hectáreas como espacio verde. Entonces se planteaba para 700 lotes,
de 800 a mil metros cuadrados. Ahora serán menos de 500, con
dimensiones menores: de 400 y 600 metros.
En el proyecto se
prevén espacios para banco de tierras municipal, complejo recreativo
y comercial, y el aporte de una ruta alternativa a la E-57 para
descomprimir el tránsito vehicular entre Unquillo y Mendiolaza.
La iniciativa,
desde que el municipio le volvió a dar la prefactibilidad de
localización en diciembre de 2016 luego de habérsela retirado tras
las inundaciones de 2015, generó resistencia en sectores de la
comunidad y en ambientalistas por el efecto que podría tener el
desmonte y una mayor impermeabilización del suelo. Estas fueron las
principales objeciones planteadas en una concurrida audiencia pública
a fines del año pasado.
Desde la Asamblea
del Monte de Unquillo (AMU) se sostiene que el loteo es ilegal porque
se emplaza en bosque nativo de zona roja.
“Según consta
en un informe de 2014 incluido en el expediente del loteo en la
Secretaría de Ambiente y Cambio Climático de la Provincia, 91,5
hectáreas de las 125 que comprende el predio, corresponden a zona
roja de acuerdo al mapa de la ley 9.814, por lo que no se puede
autorizar el cambio de uso de suelo, y no está permitido construir
ni desmontar”, expresan.
Javier Britch
explicó que en el año 2014 Ambiente no contaba con el mapa
vectorizado de bosques ni imágenes satelitales con suficiente
calidad para estimar con precisión el área boscosa. Que en función
de las herramientas que se tenían en ese momento se estimó que
había 91 hectáreas boscosas, que entraban en algún grado de
protección.
Cuando la empresa
desarrollista reelaboró el proyecto, Ambiente volvió a calcular las
áreas protegidas, esta vez con imágenes satelitales, que se
complementaron con visitas al predio. Esto permitió, según Britch,
“estimar mejor la calidad de la cobertura vegetal” y permitir el
uso para vivienda o circulación de viejas chacras o bosques de
siempre verdes.
A su vez, Britch
destacó que el análisis técnico reveló que será mejor el manejo
de las escorrentías para los sectores que están ubicados en la
pendiente de El Montecito si se concreta el proyecto. “Con lagunas
de retención y las curvas de circulación se puede permitir desagües
con menor impacto”, explicó.
Gonzalo Más,
representante de la empresa Cahuana (a cargo del emprendimiento), se
mostró cauto respecto a la obtención de la licencia ambiental por
parte de la Provincia. “Después de tantos años de idas y venidas
es una buena noticia porque todas las partes hicimos esfuerzos para
tratar de entendernos. De nuestra parte tomamos nota de todas las
objeciones y reformulamos la iniciativa respetando criterios de
sustentabilidad. Ahora depende del municipio de Unquillo otorgar la
factibilidad definitiva”, expresó Más.
En tanto, los
trabajos permanecen paralizados.
Más allá de las
objeciones ambientales, desde AMU entienden que el proyecto
implicaría excepciones a ordenanzas que suprimen para Unquillo la
figura de barrio cerrado o privado.
“Esta
urbanización comprende un barrio cerrado de casi 500 lotes que se
torna crítico por el modelo de crecimiento que aporta a reforzar en
la localidad y la región: ciudades dormitorio, fragmentadas, ligadas
al uso intensivo del automóvil, un crecimiento que no aporta a la
vida económica, social ni cultural de la ciudad”, plantean.
La asamblea
denunció al intendente de Unquillo, Jorge Fabrissin, a los
concejales, y exfuncionarios locales y provinciales por
incumplimiento de deberes de funcionario público y abuso de
autoridad por el otorgamiento de la prefactibilidad. Es esta denuncia
la que frena El Montecito.
“Apenas
asumimos la gestión rechazamos el proyecto original que había sido
aprobado por la administración anterior. Luego fue reformulado y nos
pareció muy superador, por eso le dimos la prefactibilidad, que
nunca dijimos que iba a ser definitiva. Esperamos el pronunciamiento
de Ambiente y ahora nos tomaremos todo el tiempo necesario para
estudiarlo y debatirlo con la comunidad”, manifestó Fabrissin.
“Con esa
denuncia me pusieron entre la espada y la pared, y hasta que la
Justicia no se expida no tomaremos una decisión. Vamos a esperar si
se decide si es correcto lo que hicimos con la prefactibilidad”,
concluyó Fabrissin.
Fuente:
El Montecito tiene licencia ambiental, lo frena una denuncia, 02/02/19, La Voz del Interior. Consultado 04/02/19.
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