Entrevista a
Germán Tissera. El geólogo investiga desde hace 10 años al
Ctalamochita y hoy está a cargo de la Dirección de Ambiente y
Saneamiento de la Municipalidad. El especialista
analizó la situación actual del Ctalamochita con respecto a años
anteriores. Explicó los motivos por los cuales el agua presenta el
color verdoso que se puede observar y mostró preocupación por los
basurales en zonas costeras.
Se avecina la
época del año donde las precipitaciones aumentan y la historia
reciente obliga a refrescar la situación en la que se encuentra el
río Tercero o Ctalamochita para recibir esos fenómenos.
A simple vista,
caminando por cualquier parte de la costanera villamariense, se
pueden percibir ciertos cambios en el agua e incluso en la fisonomía
de alguno de sus tramos. Sobre todo en espacios donde la gente
concurre masivamente durante la temporada de verano que, si bien no
comenzó la estación en sí, ya muchos vecinos eligieron refrescarse
en sus aguas.
Sobre estos
temas, entre otros, se refirió el director de Ambiente y Saneamiento
del municipio, geólogo e investigador Germán Tissera, quien desde
hace, aproximadamente, 10 años empezó a “mirar con otros ojos al
río”.
El profesional,
junto a un equipo de trabajo, presentó un informe en 2015 denominado
“Evaluación preliminar de la cuenca del río Ctalamochita”, con
el objetivo de analizar y conocer el estado de la cuenca para
proponer distintas acciones que ayuden a la recuperación de la
misma.
“Hace 40 mil
años, la cuenca de este río era un abanico mucho más amplio que la
topografía que observamos ahora. Nosotros con el proyecto lo que
queríamos integrar era lo que ocurre superficialmente con lo que
ocurre en subterráneo y estamos en esa tarea”, comentó al
comienzo Tissera.
Color y nivel del
agua
“Siempre tuvo
una coloración amarronada y hoy esta medio verdoso”, destacó el
director de Ambiente y Saneamiento y luego explicó que esto se da
por el bajo nivel del agua . “El río tiene el nivel más bajo en
los últimos tres años ya que no se dieron precipitaciones como en
años anteriores”, destacó.
Al perder caudal,
se reduce el movimiento del cauce y produce una falta de oxígeno en
el agua, que tiende a estancarse y ahí es donde proliferan especies
como las algas, que son las que proucen una tonalidad verdosa en el
río, según explicó el geólogo.
Al mismo tiempo,
advirtió que esta situación lo tiene “muy preocupado” porque se
está perdiendo mucha fauna y calidad química de la materia.
Al respecto,
recordó que hay cuantro unidades de monitoreo a lo largo del río
Tercero y dijo: “Nosotros hemos hecho análisis del agua y sigue
siendo buena, nuestro río tiene un nivel de depuración importante y
la provincia dice lo mismo con sus mediciones”.
Tissera destacó
la importancia de preservar la calidad del agua, para lo que es
“fundamental la colaboración de la gente para el cuidado del
cauce, ya que el deterioro es un proceso acumulativo de distintos
factores, pero no le quita responsabilidad al ciudadano”.
Retomando sobre
el análisis del escaso nivel que presenta hoy el Ctalamochita,
afirmó que desde el mes de octubre se viene observando un proceso de
vaciamiento que fue una estrategia para contener posibles afluentes
en caso de que se dieran grandes precipitaciones.
Pero, hasta el
momento, el clima no demostró ese comportamiento. “Los pronósticos
dicen que va a llover”, anunció Tissera, aunque ahora existen
métodos que permiten anticiparse aún más en las probabilidades.
Los avances
En el informe
sobre la cuenca del río Tercero, presentado en octubre de 2015 y
donde participó German Tissera, se expusieron una serie de
conclusiones a modo de recomendaciones a tener en cuenta para
trabajar en la recuperación del cauce.
Algunas de esas
fueron:
Activar una red de estaciones meteorológicas.
Determinar secciones de control sobre los principales ríos de la cuenca media y alta factibles para instalar sensores de medición.
Definir la línea de la ribera de los cauces.
Recuperación de la cobertura vegetal.
Inventario de pasivos ambientales industriales en la cuenca y posibles focos de contaminación, entre otras.
“En la
instalación de sistemas meteorológicos interconectados y la
medición de caudales es en lo que más se avanzó”, aclaró
Tissera. “Además se trabajó sobre la topografía del río para
saber hasta dónde llegarían los caudales en caso de eventos que
puedan generar inundaciones”, agregó luego.
Cabe destacar que
el río Tercero tiene tres cuencas: la alta, la media (que incluye
Villa María) y la baja.
“Lo que ocurre
en la parte alta no es lo que más nos afecta pero ahí es donde se
genera el recurso y estoy muy interesado en que eso no se toque,
porque hay microcuencas en las sierras chicas que fueron totalmente
pobladas y después las consecuencias son graves”, dijo
refiriéndose a las fuertes inundaciones que se produjeron en Río
Ceballos y zonas aledañas años anteriores.
Al mismo tiempo
que aclaró que llevar a cabo aquellas recomendaciones “es un
trabajo largo y de mucho tiempo, ya que estamos hablando de una
superficie de 10 mil kilómetros cuadrados para operar”.
Basurales y
areneros
Dos de los temas
a los que siempre se vuelve a la hora de hablar sobre lo que sucede
con el río de la ciudad, son la estracción de áridos y los
basulares a cielo abierto en cercanías de la ribera.
Sobre estas
problemáticas se explayó el investigador y dijo: “La extracción
de arena es un tema complejo, el poder de policía lo tiene la
provincia para sustraer máquinas, lo que sí hemos advertido sobre
las situaciones de grandes extracciones”.
Tissera afirmó
que hay muchas zonas a la vera del río que son propicias para que la
gente arroje basura, ya que son lugares despoblados.
“Hay que
proteger al río de la basura entre todos, la Municipalidad manda los
camiones a remover los basurales y a la semana tienen que ir de
nuevo”, enfatizó el funcionario.
Preservar las
áreas naturales
Tanto la
infraestructura montada sobre el tramo urbano del río, como las
decisiones que en algún momento tomaron los gobiernos de municipios
que son atravesados por el mismo, ya no tienen vuelta atrás.
Por ende, el
camino que se busca seguir para la recuperación de la cuenca, según
comentó Tissera, está enfocado en la generación de espacios
ecológicos preservados de acciones que detengan la actividad normal
del afluente.
“Toda
intervención que hagas sobre la naturaleza tiene que estar
controlada y tener un plan a corto, mediano y largo plazo. Lo que se
hizo en Villa Nueva en su momento quizá se podría haber evitado con
una obra civil menos invasiva”, opinó el profesional haciendo
referencia al relleno costero que se realizó con escombros durante
la gestión de Guillermo Cavagnero.
Desde el puente
carretero de la ruta 2 hasta el puente Andino hay 16 kilómetros,
aproximadamente. Del total de ese tramo, aseguró Tissera, “el
50 % son zonas donde se puede trabajar con la recuperación y que sea
una cuestión más ecológica, donde se pueda hacer reconocimiento de
especies nativas, caminatas o tomar mate pero siempre con el respeto
por el cuidado de la flora y la fauna”.
También adelantó
la posibilidad de convertir en paso peatonal ciertos tramos en áreas
descampadas o generar circuitos para que la gente recorra en
bicicleta y disminuir la presencia de vehículos motorizados.
Al ser consultado
sobre cuáles son las acciones prioritarias para la recuparación del
Ctalamochita, Tissera destacó tres: “Cuidar los márgenes,
reforestar y evitar la contaminación de efluentes industriales y
residuos”.
Cine ambiental
Finaliza hoy el
Festival Internacional de Cine Ambiental que se desarrolló desde el
viernes en la ciudad.
Desde las 18 en
la Medioteca se proyectarán los documentales “Semejantes semillas”
(Brasil, 2010) y Quinuera (Bolivia, 2014).
Más tarde, a las
21 en el Reloj de Sol, se expondrá el documental sobre Pueblo Mampa
realizado por Lihuén Peirone y el largometraje argentino “Mujeres
de la mina” (2014).
Las inundaciones
Los años de
desbordes
Muchos vecinos de
barrios como Vista Verde y Mariano Moreno recordarán los momentos
difíciles por los que atravesaron tras las inundaciones de los años
anteriores, sobre todo en 2014, ya que al año siguiente, advertidos
de las posibilidades, se organizaron para prevenir que el agua del
desborde ingrese en sus hogares.
Con respecto a
estos sucesos, Germán Tissera recordó: “Las situaciones de 2014 y
2015 fueron acumulativas en el tiempo porque hubo una concentración
de lluvias entre enero y marzo, la que vimos claramente en esos dos
ciclos donde se produjeron anegamientos”.
“A su vez, se
dio en distintos lugares, además de Villa María, y en otros
sectores de la cuenca baja”, mencionó.
“Hay lugares
como La Playosa o Pozo del Molle que no abarca la cuenca del río
Tercero, se trata de una reactivación de un viejo cauce, al que hoy
no vemos en el trazado actual”, analizó el funcionario.
Tissera insistió
en que este tipo de fenómenos también se generaron “producto de
la irresponsabilidad de las personas que toman decisiones en los
lugares donde se desarrollaron ciertos barrios”.
Según informó
el geólogo, con las nuevas mediciones que realiza la Provincia,
calculan que un fenómeno que se produzca en Río Tercero va a tardar
entre 25 ó 30 horas en llegar a Villa María.
Cabe destacar que
en la ciudad se conformó un Comité de Cuenca integrado por vecinos
de los barrios afectados por las inundaciones, Gendarmería,
representantes de los colegios profesionales y el municipio para
trabajar en conjunto en la prevención de estos sucesos.
Fuente:
“El río tiene el nivel más bajo de los últimos tres años”, 27/11/16, El Diario del Centro del País. Consultado 30/11/16.
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