miércoles, 30 de noviembre de 2016

“El río tiene el nivel más bajo de los últimos tres años”

Entrevista a Germán Tissera. El geólogo investiga desde hace 10 años al Ctalamochita y hoy está a cargo de la Dirección de Ambiente y Saneamiento de la Municipalidad. El especialista analizó la situación actual del Ctalamochita con respecto a años anteriores. Explicó los motivos por los cuales el agua presenta el color verdoso que se puede observar y mostró preocupación por los basurales en zonas costeras.

Se avecina la época del año donde las precipitaciones aumentan y la historia reciente obliga a refrescar la situación en la que se encuentra el río Tercero o Ctalamochita para recibir esos fenómenos.

A simple vista, caminando por cualquier parte de la costanera villamariense, se pueden percibir ciertos cambios en el agua e incluso en la fisonomía de alguno de sus tramos. Sobre todo en espacios donde la gente concurre masivamente durante la temporada de verano que, si bien no comenzó la estación en sí, ya muchos vecinos eligieron refrescarse en sus aguas.

Sobre estos temas, entre otros, se refirió el director de Ambiente y Saneamiento del municipio, geólogo e investigador Germán Tissera, quien desde hace, aproximadamente, 10 años empezó a “mirar con otros ojos al río”.

El profesional, junto a un equipo de trabajo, presentó un informe en 2015 denominado “Evaluación preliminar de la cuenca del río Ctalamochita”, con el objetivo de analizar y conocer el estado de la cuenca para proponer distintas acciones que ayuden a la recuperación de la misma.

Hace 40 mil años, la cuenca de este río era un abanico mucho más amplio que la topografía que observamos ahora. Nosotros con el proyecto lo que queríamos integrar era lo que ocurre superficialmente con lo que ocurre en subterráneo y estamos en esa tarea”, comentó al comienzo Tissera.

Color y nivel del agua
Siempre tuvo una coloración amarronada y hoy esta medio verdoso”, destacó el director de Ambiente y Saneamiento y luego explicó que esto se da por el bajo nivel del agua . “El río tiene el nivel más bajo en los últimos tres años ya que no se dieron precipitaciones como en años anteriores”, destacó.

Al perder caudal, se reduce el movimiento del cauce y produce una falta de oxígeno en el agua, que tiende a estancarse y ahí es donde proliferan especies como las algas, que son las que proucen una tonalidad verdosa en el río, según explicó el geólogo.

Al mismo tiempo, advirtió que esta situación lo tiene “muy preocupado” porque se está perdiendo mucha fauna y calidad química de la materia.

Al respecto, recordó que hay cuantro unidades de monitoreo a lo largo del río Tercero y dijo: “Nosotros hemos hecho análisis del agua y sigue siendo buena, nuestro río tiene un nivel de depuración importante y la provincia dice lo mismo con sus mediciones”.

Tissera destacó la importancia de preservar la calidad del agua, para lo que es “fundamental la colaboración de la gente para el cuidado del cauce, ya que el deterioro es un proceso acumulativo de distintos factores, pero no le quita responsabilidad al ciudadano”.

Retomando sobre el análisis del escaso nivel que presenta hoy el Ctalamochita, afirmó que desde el mes de octubre se viene observando un proceso de vaciamiento que fue una estrategia para contener posibles afluentes en caso de que se dieran grandes precipitaciones.

Pero, hasta el momento, el clima no demostró ese comportamiento. “Los pronósticos dicen que va a llover”, anunció Tissera, aunque ahora existen métodos que permiten anticiparse aún más en las probabilidades.

Los avances
En el informe sobre la cuenca del río Tercero, presentado en octubre de 2015 y donde participó German Tissera, se expusieron una serie de conclusiones a modo de recomendaciones a tener en cuenta para trabajar en la recuperación del cauce.

Algunas de esas fueron:
Activar una red de estaciones meteorológicas.
Determinar secciones de control sobre los principales ríos de la cuenca media y alta factibles para instalar sensores de medición.
Definir la línea de la ribera de los cauces.
Recuperación de la cobertura vegetal.
Inventario de pasivos ambientales industriales en la cuenca y posibles focos de contaminación, entre otras.
En la instalación de sistemas meteorológicos interconectados y la medición de caudales es en lo que más se avanzó”, aclaró Tissera. “Además se trabajó sobre la topografía del río para saber hasta dónde llegarían los caudales en caso de eventos que puedan generar inundaciones”, agregó luego.

Cabe destacar que el río Tercero tiene tres cuencas: la alta, la media (que incluye Villa María) y la baja.

Lo que ocurre en la parte alta no es lo que más nos afecta pero ahí es donde se genera el recurso y estoy muy interesado en que eso no se toque, porque hay microcuencas en las sierras chicas que fueron totalmente pobladas y después las consecuencias son graves”, dijo refiriéndose a las fuertes inundaciones que se produjeron en Río Ceballos y zonas aledañas años anteriores.

Al mismo tiempo que aclaró que llevar a cabo aquellas recomendaciones “es un trabajo largo y de mucho tiempo, ya que estamos hablando de una superficie de 10 mil kilómetros cuadrados para operar”.

Basurales y areneros
Dos de los temas a los que siempre se vuelve a la hora de hablar sobre lo que sucede con el río de la ciudad, son la estracción de áridos y los basulares a cielo abierto en cercanías de la ribera.

Sobre estas problemáticas se explayó el investigador y dijo: “La extracción de arena es un tema complejo, el poder de policía lo tiene la provincia para sustraer máquinas, lo que sí hemos advertido sobre las situaciones de grandes extracciones”.

Tissera afirmó que hay muchas zonas a la vera del río que son propicias para que la gente arroje basura, ya que son lugares despoblados.

Hay que proteger al río de la basura entre todos, la Municipalidad manda los camiones a remover los basurales y a la semana tienen que ir de nuevo”, enfatizó el funcionario.

Preservar las áreas naturales
Tanto la infraestructura montada sobre el tramo urbano del río, como las decisiones que en algún momento tomaron los gobiernos de municipios que son atravesados por el mismo, ya no tienen vuelta atrás.

Por ende, el camino que se busca seguir para la recuperación de la cuenca, según comentó Tissera, está enfocado en la generación de espacios ecológicos preservados de acciones que detengan la actividad normal del afluente.

Toda intervención que hagas sobre la naturaleza tiene que estar controlada y tener un plan a corto, mediano y largo plazo. Lo que se hizo en Villa Nueva en su momento quizá se podría haber evitado con una obra civil menos invasiva”, opinó el profesional haciendo referencia al relleno costero que se realizó con escombros durante la gestión de Guillermo Cavagnero.

Desde el puente carretero de la ruta 2 hasta el puente Andino hay 16 kilómetros, aproximadamente. Del total de ese tramo, aseguró Tissera, “el 50 % son zonas donde se puede trabajar con la recuperación y que sea una cuestión más ecológica, donde se pueda hacer reconocimiento de especies nativas, caminatas o tomar mate pero siempre con el respeto por el cuidado de la flora y la fauna”.

También adelantó la posibilidad de convertir en paso peatonal ciertos tramos en áreas descampadas o generar circuitos para que la gente recorra en bicicleta y disminuir la presencia de vehículos motorizados.

Al ser consultado sobre cuáles son las acciones prioritarias para la recuparación del Ctalamochita, Tissera destacó tres: “Cuidar los márgenes, reforestar y evitar la contaminación de efluentes industriales y residuos”.

Cine ambiental
Finaliza hoy el Festival Internacional de Cine Ambiental que se desarrolló desde el viernes en la ciudad.

Desde las 18 en la Medioteca se proyectarán los documentales “Semejantes semillas” (Brasil, 2010) y Quinuera (Bolivia, 2014).

Más tarde, a las 21 en el Reloj de Sol, se expondrá el documental sobre Pueblo Mampa realizado por Lihuén Peirone y el largometraje argentino “Mujeres de la mina” (2014).

Las inundaciones

Los años de desbordes
Muchos vecinos de barrios como Vista Verde y Mariano Moreno recordarán los momentos difíciles por los que atravesaron tras las inundaciones de los años anteriores, sobre todo en 2014, ya que al año siguiente, advertidos de las posibilidades, se organizaron para prevenir que el agua del desborde ingrese en sus hogares.

Con respecto a estos sucesos, Germán Tissera recordó: “Las situaciones de 2014 y 2015 fueron acumulativas en el tiempo porque hubo una concentración de lluvias entre enero y marzo, la que vimos claramente en esos dos ciclos donde se produjeron anegamientos”.

A su vez, se dio en distintos lugares, además de Villa María, y en otros sectores de la cuenca baja”, mencionó.

Hay lugares como La Playosa o Pozo del Molle que no abarca la cuenca del río Tercero, se trata de una reactivación de un viejo cauce, al que hoy no vemos en el trazado actual”, analizó el funcionario.

Tissera insistió en que este tipo de fenómenos también se generaron “producto de la irresponsabilidad de las personas que toman decisiones en los lugares donde se desarrollaron ciertos barrios”.

Según informó el geólogo, con las nuevas mediciones que realiza la Provincia, calculan que un fenómeno que se produzca en Río Tercero va a tardar entre 25 ó 30 horas en llegar a Villa María.

Cabe destacar que en la ciudad se conformó un Comité de Cuenca integrado por vecinos de los barrios afectados por las inundaciones, Gendarmería, representantes de los colegios profesionales y el municipio para trabajar en conjunto en la prevención de estos sucesos.

Fuente:
El río tiene el nivel más bajo de los últimos tres años”, 27/11/16, El Diario del Centro del País. Consultado 30/11/16.

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