La Municipalidad de Córdoba tiene registrados 78 sitios ilegales de deposición de desperdicios. Un estudio advierte sobre el alto riesgo sanitario que entrañan para los barrios cercanos.
Ramas y escombros. El 80 % de los residuos que se depositan diariamente en las decenas de basurales a cielo abierto de la ciudad de Córdoba corresponden a desechos de obras y a restos de poda. Le siguen, en cantidad, los residuos domiciliarios.
Ramas y escombros. El 80 % de los residuos que se depositan diariamente en las decenas de basurales a cielo abierto de la ciudad de Córdoba corresponden a desechos de obras y a restos de poda. Le siguen, en cantidad, los residuos domiciliarios.
La cifra se
desprende de la tesis que realizó en 2017 Betania Fernández Sciafa,
una egresada de la carrera de Geografía de la Universidad Nacional
de Córdoba (UNC), con la tutela de docentes de la Facultad de
Filosofía y Humanidades y con el acompañamiento del personal de la
Dirección de Higiene Urbana de la Municipalidad de Córdoba.
Sciafa tomó una
muestra considerable de los 78 basurales registrados la Municipalidad
y evaluó la situación en 34 de ellos. Tomó diferentes variables,
como tipo de residuos, volúmenes, cercanía con lugares habitables,
periodicidad de limpieza, calidad del servicio de recolección, entre
otros. De allí se puede extraer una fotografía bastante precisa
sobre cómo funcionan estos sitios de deposición irregulares que,
mensualmente, generan 3.300 toneladas de basura, el equivalente a
26.400 metros cuadrados de residuos.
“El trabajo
sirvió para visualizar en qué situación está la ciudad de
Córdoba. Los basurales son un peligro para la salud de la gente. Hay
personas que están expuestas y recolectan esos residuos. Eso va en
contra del derecho a la salud y al medio ambiente”, explicó
Sciafa, quien asegura que hay más sitios de deposición de residuos
que los registrados.
En Córdoba
capital sólo hay dos lugares habilitados por la Municipalidad para
receptar basura: el predio de Piedras Blancas y la escombrera
municipal, detrás de Ciudad de los Cuartetos. La comuna cuenta
también con tres centros verdes, donde se seleccionan los
reciclables. El resto de los basurales existentes, algunos con más
de tres años, opera de manera ilegal, aunque recibe algún grado de
mantenimiento municipal.
“Nuestra
decisión es erradicar paulatinamente los basurales. Por ello
apuntamos a minimizar la superficie, a achicar los sitios de
deposición y a realizar con mayor frecuencia la recolección”,
dijo a La Voz el director de Higiene Urbana de la Municipalidad,
Daniel Vercesi. En el año, la Municipalidad clausuró cuatro
basurales y redujo el volumen en varios más.
Cómo funcionan
Los basurales a
cielo abierto están en todos los puntos de la ciudad, aunque según
el estudio hay una leve concentración en las zonas sur y centro. En
los que están ubicados en sectores socialmente más vulnerables, la
proporción de restos domiciliarios es mayor. En esos casos se
incrementa la proporción de otro tipo de residuos, como chatarra,
cubiertas y hasta patógenos.
“Son varios
factores los que determinan que haya barrios que tienen mayor
cantidad de residuos y de basurales. En líneas generales, esta
situación se explica porque en algunas zonas el servicio de
recolección es deficiente, no cuentan con contenedores, no están en
lugares visibles o porque la tasa de reclamo de los vecinos es muy
baja”, señaló Sciafa, al tiempo que aclara que cada basural
responde a su propia dinámica.
La autora del
estudio hizo hincapié en la cuestión cultural y en el
comportamiento de los vecinos. Como la teoría de la ventana rota,
una parva de ramas o de escombros pueden convertir casi
automáticamente a un descampado en un basural. “Si vos tirás un
colchón en un lugar, eso lleva a que la gente comience a tirar la
basura allí”, cuenta Sciafa.
Por esta razón
proliferan basurales en lugares donde antes no los había. Desde el
municipio admiten la situación y señalan que hay lugares que
escapan a su jurisdicción. La Red de Acceso a Córdoba (RAC), la
avenida de Circunvalación y el mantenimiento de los canales de
riegos son de dominio provincial; mientras que los predios
ferroviarios pertenecen a la Nación. En el caso de la Costanera del
Suquía se realiza una limpieza periódicamente.
Córdoba no tiene
un servicio diferencial de recolección de escombros y de ramas. Le
corresponde a cada vecino hacerse cargo de los residuos que genera en
su hogar. “La mayoría de la gente le da los residuos a un carrero,
o bien a una persona con una camioneta para que se haga cargo, y se
desentiende. Esto es un problema social”, apunta Vercesi.
El 41 %
de los basurales relevados reciben un servicio de limpieza semanal;
el 20 %, quincenal, y el 21 %, mensual, según el
estudio. Además, cerca del 50 % de los basurales están en
terrenos municipales. El resto, en lotes privados, del Gobierno
provincial o de la Nación.
Por su ubicación
en el entramado urbano, los basurales son un riesgo sanitario. Casi
el 80 por ciento se encuentra a menos de 50 metros de un área
habitada. Mientras que casi en el 70 % de los casos
relevados hay una gran presencia de carreros y de cirujas.
Según el
estudio, carreros, particulares y camiones de empresas constructoras
son los principales volcadores de residuos. Las proporciones están
de acuerdo con su capacidad de carga.
Radiografía de
la basura que se tira en la ciudad
La proliferación
de estos sitios de deposición es un riesgo.
Gran volumen. Los
basurales a cielo abierto de la ciudad de Córdoba generan 3.300
toneladas de basura de distinto tipo.
Contenido. Lo que
más se tira en esos lugares son restos de poda y escombros de
construcción. También hay basura doméstica y electrodomésticos en
desuso.
Gran volumen.
Casi la mitad de los basurales está en terrenos municipales. El
resto son predios provinciales, nacionales o privados.
Vecinos. Ocho de
cada 10 basurales están a menos de 50 metros de distancia de áreas
habitadas.
Expectativas y
proyecto ecológico
Ante la falta de basurales habilitados, están en tratativas para crear una nueva escombrera en la zona sur de la ciudad.
Para avanzar contra la proliferación de basurales a cielo abierto, desde la Dirección de Higiene Urbana tienen la mira puesta en dos estrategias. Por un lado, la puesta en funcionamiento del nuevo pliego de recolección de residuos; y por otro, en la ampliación de los lugares “oficiales” de deposición de escombros y restos de poda de árboles.
Para avanzar contra la proliferación de basurales a cielo abierto, desde la Dirección de Higiene Urbana tienen la mira puesta en dos estrategias. Por un lado, la puesta en funcionamiento del nuevo pliego de recolección de residuos; y por otro, en la ampliación de los lugares “oficiales” de deposición de escombros y restos de poda de árboles.
El nuevo sistema
que se implementará entre octubre y noviembre de este año contempla
la recolección diferenciada de escombros, restos de poda y residuos
voluminosos, como muebles viejos y electrodomésticos de línea
blanca en desuso.
Además, ante la
falta de basurales habilitados, están en tratativas para crear una
nueva escombrera en la zona sur de la ciudad. El nuevo depósito
funcionaría en un terreno de la Municipalidad en Camino a 60
Cuadras, cerca del aeródromo de Coronel Olmedo y barrio El
Quebracho.
Desde el área
tienen como objetivo reciclar el material desechado por la
construcción. Y apuntan a que parte del material procesado pueda
reutilizarse en obras municipales, como en contrapisos y en rellenos.
También quieren generar incentivos para que los privados reutilicen
estos áridos en sus construcciones.
Con respecto a
los restos de poda, la Municipalidad está analizado incorporar una
máquina para triturar ramas, conocida como “chipeadora”. De esta
manera, podrán reducir el volumen de los residuos y, a su vez,
contar con un producto que puede ser comercializable como combustible
o como abono de la tierra.
Fuentes:
Escombros y poda, el 82% de los residuos en los basurales a cielo abierto, 17/07/18, La Voz del Interior.
Expectativas y proyecto ecológico, 17/07/18, La Voz del Interior.
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