por Laura Rocha
El fracking se lleva hoy casi todos los títulos cuando se habla de la industria petrolera. Añelo, en Neuquén, ese pueblo con un puñado de habitantes ya es noticia porque el alquiler de un monoambiente llega a los 18.000 pesos. Pero también hay otras noticias. Como la que publicó el El País, en la que se informa sobre la primera condena a una petrolera de Texas por contaminar a una familia.
El pasado 22 de abril un tribunal condenó a la empresa a indemnizar con 2,9 millones de dólares (2,1 millones de euros) a la familia porque considera que sus dolencias están relacionadas con las operaciones de fracking de los pozos de Aruba.
Los efectos en la familia estadounidense fueron sarpullidos, hemorragias y fiebres que se sumaron otra lista de síntomas que durante los siguientes dos años la forzaron a ingresar varias veces en el hospital.
Hay un párrafo que es muy interesante en esta noticia: “El caso es inusual no sólo por el fallo y la cantidad, sino por el mero hecho de haber llegado a un tribunal. Generalmente las demandas por los efectos sobre el medio ambiente y la salud de esta técnica -que se ha extendido por Estados Unidos durante la presidencia de Obama con la promesa de aumentar la independencia energética del país- se han saldado con acuerdos extrajudiciales e indemnizaciones económicas que nunca salen a la luz. La de los Parr llegó a juicio y un jurado popular dio la razón a la familia por cinco votos a favor y uno en contra”. Ojo con los juicios por jurados, no?
El fracking o fractura hidráulica consiste en inyectar en el subsuelo agua a presión mezclada con arena y sustancias químicas para liberar el gas y el petróleo que se encuentra atrapado en la roca. Aunque la industria sostiene que esos químicos son inocuos para la salud, el examen de toxicología al que se sometió la familia Parr encontró más de una veintena de químicos en su sangre, según los abogados de la familia.
En el caso de sus vecinos, un especialista en contaminación ambiental detectó presencia de hidrocarburos como benceno, tolueno, etilbenceno y xileno.
Mucho que probar y mucho por andar. Y mucho más por controlar de parte del Estado.
Fuente:
Laura Rocha, Condena al fracking en Texas, 03/05/14, Ecológico lanación.com Blogs.
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