El Estado lleva adelante el Plan Estratégico Nacional Eólico. Tiene un lineamiento central de política pública para diversificar la actual matriz energética a partir de las energías renovables.
por Ariel Ricardo Miño
El abastecimiento energético con base en fuentes renovables es un tema altamente estratégico en las agendas de los Estados. El petróleo se está agotando y probablemente las existencias comprobadas no alcanzarán para abastecer el consumo mundial, provocando una serie de impactos sociopolíticos y económicos a nivel global. Esto ha llevado a los gobiernos a replantear sus matrices energéticas, apostando a las energías renovables como un camino posible para lograr una mayor autonomía energética.
La energía eólica es de gran importancia para Argentina debido a que ofrece la posibilidad de aumentar la energía renovable disponible para todos los ciudadanos, cuidar el medioambiente y todo ello gracias a la energía que procede del viento, una energía totalmente natural y que no contamina en absoluto, algo a tener muy en cuenta para seguir fomentando el sector de las energías renovables.
La salida de la convertibilidad en 2001 originó cambios radicales en las políticas gubernamentales, que afectaron seriamente al sector eléctrico que ya había sido desregulado en la década del ’90, donde la estrategia energética se había abandonado en el país, si bien ya estaban en plena vigencia la Ley Nacional Nº 25.019 “Régimen Nacional de Energía Eólica y Solar” y una serie de leyes provinciales que apoyaban la generación de energía a través de fuentes renovables, las compensaciones previstas en dichos instrumentos resultaron insuficientes como estímulo.
La firme decisión del Estado de llevar adelante el Plan Estratégico Nacional Eólico pensado no solamente para el desarrollo de energías limpias, sino a su vez fomentando la utilización de la fuerza del viento como recurso para la generación de energía eléctrica, debe ser sustentada en el conocimiento acabado de las características eólicas de nuestro país. Por esto, y a través de la permanente expansión del Sistema Argentino de Interconexión, las provincias pueden ofrecer sus productos energéticos primarios en igualdad de condición a partir del desarrollo de proyectos de generación eléctrica innovadores, pensados para desarrollar integralmente la industria eólica nacional a través de la construcción de varios parques eólicos posibilitando desarrollos productivos alternativos y una fuente adicional de ingresos para la población.
Por ello, con la firme decisión del Poder Ejecutivo nacional de fomentar las energías renovables fue con la Ley 26.190 que se fijó un lineamiento claro como política pública para diversificar la actual matriz energética a partir de las energías renovables. La ley declara de interés nacional y política de Estado la generación de energía eléctrica con destino a la prestación de servicio público a partir del uso de fuentes renovables, y establece como objetivo alcanzar una contribución del 8 % del consumo de la energía eléctrica nacional en diez años; esto implica llegar a la meta señalada en 2016.
En esta política nacional, La Rioja no queda ausente, ya que la provincia no contaba con fuentes de energía dependiendo del combustible producido en otras regiones y de la electricidad suministrada por el sistema argentino de interconexión. El desafío planteado por el Parque Eólico Arauco fue lograr un desarrollo energético que maximizara los beneficios económicos y sociales, sin producir pasivos de orden ecológico.
El Parque Eólico Arauco, no sólo es un hito de independencia energética para La Rioja, sino también lo es para el país ya que es el de mayor capacidad. Significa un cambio de paradigma en el desarrollo de la provincia, representa la confianza en la industria local y la convicción hacia un desarrollo sustentable. A su vez tiene instalados doce equipos con una potencia nominal de 25,2 MW generando desde hace más de un año. A partir de octubre de 2013 se inició la generación con doce equipos adicionales, con lo que se logra llevar a 50,4 MW la potencia nominal, aproximadamente un 25 % de la generación promedio que necesita la provincia. Se espera además el comienzo de la construcción de 24 nuevas bases para la próxima instalación de la IV etapa, lo que llevará la potencia nominal hasta más de 100,8 MW de potencia significando la convicción de desarrollo sustentable y representando la confianza en la industria nacional.
En este contexto, para reactivar el sector se hizo necesario establecer una fuerte política nacional a través de un Plan Integral de Desarrollo Eólico a escala nacional generando un impacto local de carácter fuertemente federal y distributivo, no sólo apuntando al crecimiento de la capacidad instalada, sino además al surgimiento de la industria nacional. El impulso del desarrollo de la infraestructura de generación de energía eólica en el país, asociada a la generación de empleo y en crecimiento de un nicho económico proviniendo del desarrollo sustentable de la energía eólica constituye una de las prioridades del país en materia de fuentes renovables de energía con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos
Ariel Ricardo Miño licenciado en Administración Pública, Posgrados Gestión y Control de Políticas Públicas, Desarrollo Local y Economía Social (Flacso).
Fuente:
Ariel Ricardo Miño, Vientos de crecimiento, 27/10/13, Página/12.
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