Sesionará el 15,
16 y 17 de septiembre en San Fernando del Valle de Catamarca “con
la premisa de defender el agua como bien común y vital”. Mientras,
Macri busca la militarización de la megaminería.
por Laura Borse
Con la premisa de
defender el agua como bien común y vital, el 15, 16 y 17 de
septiembre de este año se realizará en San Fernando del Valle de
Catamarca la primera cumbre latinoamericana por el agua para los
pueblos. Se trata de una iniciativa impulsada por PUCARA, el
agrupamiento de asambleas provinciales nacido al abrigo de la
histórica asamblea El Algarrobo de Andalgalá.
“Los Pueblos
Catamarqueños en Resistencia y Autodeterminación (PUCARA) reunidos
en asamblea el día 10 de marzo de 2018 en San Fernando del Valle de
Catamarca (Argentina), luego de un amplio debate de propuestas
tendientes a la preservación del agua como bien común y vital,
pudimos materializar la idea y comenzamos a organizar la primera
cumbre latinoamericana del agua para los pueblos”, señalaron en un
comunicado.
El encuentro
contará con talleres y exposiciones artísticas, intercambio de
información, recepción de denuncias, entre otras actividades, y
servirá para poner en común experiencias de resistencia y pensar en
cómo continuar en un contexto de impulso a las actividades
extractivas a gran escala muy promovido desde el Gobierno de Mauricio
Macri, con la amenaza de militarizar los territorios “en defensa de
actividades estratégicas”.
Catamarca resiste
El lugar elegido
para realizar esta primera cumbre no es casualidad: “La provincia
de Catamarca ha sido, al menos en Argentina, el primer territorio
sometido al ejercicio del modelo extractivista, una especie de
“experimento” de la megaminería a cielo abierto, modelo de
saqueo, contaminación y depredación que se reproduce día a día a
nivel latinoamericano, junto con el acrecentamiento de la división
social, las “enfermedades raras” y el índice de mortandad en
nuestras comunidades”.
En la provincia
funciona desde finales de los años 90 la explotación minera de oro
a cielo abierto más grande del país: la mina Bajo La Alumbrera, que
funciona a escasos 40 km de la ciudad de Andalgalá y a 300 de la
capital provincial. Muchas promesas hicieron la empresa y el Gobierno
a la provincia con el fin de instalar la minería, pero en vez del
progreso prometido lo único que trajeron fue contaminación y
violencia.
Su caso es
sorprendente: respecto al uso del agua la empresa contó con la
autorización para emplear más de 86 millones de litros por día,
mucho más que el consumo total de la provincia, y a nivel energético
ha representado el 86 % del consumo total. Tras 20 años de
explotación de la Alumbrera Catamarca no solo no conoció el
desarrollo económico y social sino que protagonizó la triste cifra
de ser la provincia con el mayor índice de beneficiarios por la
asignación universal por hijo y con niveles de pobreza más altos
que el promedio nacional.
El Algarrobo de
Andalgalá
Así nace “en
defensa propia”, como dice Silvina Reguera, la asamblea El
Algarrobo de Andalgalá. Sergio Martínez recuerda y cuenta cómo
luego de ver un video a fines del año 2009 decidieron ir con otro
vecino a cortar el paso a la minera Agua Rica, que venía a
instalarse también allí: “Nos vamos al lugar donde estaba el
arbolito ese, el algarrobo, nos paramos los dos y durante el
transcurso de la semana se fueron sumando los vecinos de Andalgalá.
Así fue que al final de la jornada dijimos ‘bueno si duramos un
día sigamos con otro día’, y pasamos Navidad, Año Nuevo y nos
quedamos”. El 15 de febrero de 2010 el Gobierno provincial intentó
levantar el corte con la policía, pero los vecinos resistieron la
orden de desalojo a pesar de una fuertísima represión.
Agua Rica es un
proyecto minero sobre el Nevado del Aconquija, contempla una
integración con la Alumbrera, pero es aún mucho más grande que
esta. Por ahora, el proyecto está paralizado gracias a la
resistencia vecinal y a una orden de la Corte Suprema que ordenó a
la justicia catamarqueña responder a las demandas planteadas por los
vecinos sobre las controversias que rodean al Informe de Impacto
Ambiental presentado por la empresa, cuestionado incluso por la
propia Universidad de Tucumán.
La Asamblea el
Algarrobo realiza todos los sábados una “caminata por la vida”,
que sostienen desde el año 2010, cuando ese 15 de febrero fueron
ferozmente reprimidos. Ya llevan 452 caminatas y ocho años logrando
que Agua Rica no se instale en su territorio.
Según Silvina
Reguera: “Toda esta lucha es en defensa propia. No hemos frenado un
solo proyecto sino dos: Pilsao 16 y Agua Rica, y en ese camino otras
asambleas se unieron a nosotros, nos pidieron ayuda y fuimos a otros
pueblos donde hoy hay asambleas propias y resistencias, o sea, la
Asamblea el Algarrobo, con sus acciones ha sentado un importante
precedente histórico, jurídico, institucional y social en la vida
de muchas poblaciones locales, provinciales y nacionales”.
Desde PUCARA
denuncian que “en respuesta a este avasallamiento contra nuestros
derechos y los de la naturaleza, nos vemos ante la necesidad de
convocar a todas las comunidades latinoamericanas para exigir a los
Estados el agua como un derecho humano para los pueblos, porque sin
agua no hay vida, ninguna posibilidad de vida humana ni de cualquier
otro tipo”.
Derecho humano al
agua y al saneamiento
La Asamblea
General de las Naciones Unidas, mediante Resolución 64/292, reconoce
explícitamente el derecho humano al agua y al saneamiento,
reafirmando que el agua potable y limpia es esencial para la
realización de todos los demás derechos. El Comité de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales, en la Observación General N° 15
sobre el Derecho al Agua, establecen que el “Derecho Humano al agua
es indispensable para toda vida humana digna”.
Sin embargo,
desde los convocantes a la cumbre señalan: “Conocemos los
antecedentes de mal manejo del agua por parte de los Estados quienes,
bajo la consigna del ‘desarrollo’, priorizan el uso y el abuso
del agua por parte de las empresas extractivistas transnacionales,
dejando por fuera la decisión y el consenso de los pueblos. Nosotros
venimos sufriendo las consecuencias de este ponderado ‘desarrollo’
que usa al vital elemento como medio negociable y no un bien común”.
Fauna amenazada
por la megaminería
En la zona donde
pretende instalarse la minera Agua Rica habitan especies silvestres
de valor especial. Muchas son endémicas de esa zona (es decir, que
viven sólo en ese lugar del mundo) y otras están amenazadas,
viéndose afectadas por las actividades mineras a gran escala.
Diego Olivera,
naturalista y docente que recientemente hizo un relevamiento de los
ambientes de la zona, detalla que “las detonaciones, la
desaparición de la cubierta vegetal, el potencial aplastamiento y
atropellamiento por vehículos, especialmente en el caso de anfibios,
la modificación y afectación de las cabeceras de las cuencas de
ríos, contaminación directa, y que muchas veces los operarios de
las minas salen a cazar mamíferos y aves, son las amenazas más
directas a la fauna nativa del lugar”.
Algunas especies
de fauna de especial valor que viven en el área son la Taruca, un
ciervo nativo del continente americano en peligro de extinción, la
ranita montana que es un anfibio exclusivo de la sierra del
Aconquija, la ranita marsupial, otra especie exclusiva del país
endémica de las yungas australes, la ranita del manchao y la ranita
del arenal. Otro anfibio endémico de la región es la lagartija
Liolaemus salinicola, que habita especialmente campos de dunas, por
lo cual es extremadamente vulnerable a los cambios en su ambiente.
Entre las aves del área destacan el águila coronada y la monjita
salinera.
“Otro impacto
de la megaminería es el material particulado fino, que se deposita
en enormes volúmenes y tonelajes sobre cuerpos de agua, como lagunas
de altura, vegas y sobre la cubierta vegetal de toda la región, que
puede además afectar la captación de luz solar y el proceso de
fotosíntesis. Las detonaciones además impactan en el comportamiento
y los movimientos de manadas de grandes mamíferos como el guanaco y
en predadores como los zorros y pumas”, agrega el naturalista.
Cumbre por el
agua
“Por todo esto,
y porque consideramos que sólo es posible vivir en un ambiente sano
y decidir nuestra forma de vivir, estableciendo libremente cómo
queremos que sea nuestro desarrollo económico, social y cultural,
teniendo disponibilidad y control del agua en cantidad y calidad,
decidimos convocar a la primera cumbre latinoamericana del agua para
los pueblos”, señalaron en su convocatoria las asambleas de
PUCARA.
La cumbre se
propone como objetivos principales el afianzamiento de las relaciones
solidarias entre los pueblos afectados por las actividades
extractivas, aunar criterios para la lucha y la resistencia, exigir a
los Estados el reconocimiento y respeto del agua como derecho humano,
impulsar la soberanía alimentaria y crear una red latinoamericana de
defensa del agua para los pueblos.
Tendrán
oportunidad de verse e intercambiar conocimientos las comunidades
indígenas, campesinas y afrodescendientes, las asambleas
socioambientales, organizaciones sociales y de derechos humanos,
artistas, investigadores, abogados y todo aquel que tenga interés en
conocer las luchas de los pueblos en defensa de los bienes comunes.
Para colaborar
con la financiación colectiva y que este logro se concrete, los
convocantes están recibiendo donaciones para cubrir los gastos de
organización y logística. Las donaciones pueden hacerse a la cuenta
de Daniel Gustavo Sosa CBU: 0110115330011503746383 CUIL: 20161934896.
Para mayor información: 1cumbredelagua@gmail.com o I Cumbre Latinoamericana del Agua para los Pueblos.
Fuente:
Laura Borse, Se realizará en Catamarca la primera cumbre latinoamericana por el agua para los pueblos, 01/08/18, La Izquierda Diario.
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