Más ciudades,
más casas, más carreteras. Para todos estos proyectos, necesitamos
sobre todo una cosa: arena. ¿De dónde se extrae y qué importancia
tiene esta materia prima para la economía?
por Jennifer
Wagner
Nuestras costas
están cada vez más en peligro. La razón es el hambre global de
extraer arena. Por un lado, necesitamos más en todo el mundo para
construir casas y carreteras. "La arena, como materia prima de
construcción, es importante", explica el geólogo económico
Harald Elsner del Instituto Federal de Geociencias y Recursos
Naturales (BGR), en Hannover. El BGR aboga por el uso sostenible de
los recursos naturales y asesora al Gobierno federal en este tema.
Los representantes del Programa de las Naciones Unidas para el Medio
Ambiente (PNUMA) estiman que el consumo anual mundial de arena y
grava supera los 40.000 millones de toneladas.
La industria
necesita arena de cuarzo
También es
importante la arena de cuarzo. La industria del vidrio, del plástico
o de la química la necesita "especialmente en los países
industrializados", dice Elsner. "La arena es
indispensable", según el geólogo. Solo en Alemania, se extraen
alrededor de 100 millones de toneladas cada año. Si hay una buena
racha en la industria de la construcción, puede ser incluso más,
replica Elsner. "Tenemos suerte de tener tantas fuentes de donde
extraer arena". En Alemania, hay recursos suficientes para
satisfacer las necesidades del país. Gracias a los depósitos y
fuentes de arena, de los cuales algunos se remontan a la Edad de
Hielo, no hay que importarla, lo que no solo sería costoso, sino
también nefasto para el medio ambiente.
¿Cuánto tiempo
durarán las canteras y depósitos naturales de arena? "Hasta
ahora nadie ha logrado calcular eso en serio", dice Elsner.
Geológicamente, sin embargo, debería ser por varios miles de años.
Sin embargo, no podemos acceder a todas las canteras y depósitos
debido a que se hallan en zonas construidas. Pero los que sí son
accesibles, tendrían que bastar durante muchas décadas e incluso
siglos, según Elsner.
Este hecho es
particularmente positivo para la industria de la construcción en
Alemania, que depende en gran medida de la arena y la grava. Se
estima que la economía alemana se detendría en una semana, si la
industria de la construcción ya no produjera arena y grava. En 2016,
se vendieron arena y grava por valor de 1.600 millones de euros,
según Elsner. Sin contar los diez millones de toneladas de arena de
cuarzo valoradas en 212 millones de euros, y los productos
resultantes.
China, el mayor
consumidor de arena
Para mantener
nuestro nivel de vida habitual con casas modernas y carreteras en
buen estado, la arena desempeña un papel relevante. Esto también es
así en otras partes del mundo: se construyen edificios más altos,
más lejos y mejores. "Suponemos que China consume la mayor
cantidad de arena por un margen considerable", estima el experto
del BGR. A este le siguen los principales países y ciudades
industrializados: Estados Unidos, Taiwán, Hong Kong, Singapur, y en Europa,
sobre todo Alemania.
En muchos países,
sin embargo, no es tan fácil acceder a la arena para la construcción
requerida: por ejemplo, la arena del desierto no es adecuada para la
construcción. Los granos están muy pulidos, por lo que no ofrecen
soporte. Dos empresarios de Turingia han desarrollado un método para
producir hormigón polimérico a partir de arena del desierto, que
luego puede usarse para construir casas, pero no es aún posible para
la producción en masa.
Vender arena a
los árabes
Incluso ciudades
como Dubai o Abu Dhabi importan miles de toneladas de arena cada año
para realizar sus proyectos de construcción, incluso estando
rodeadas de arena. La valiosa arena de construcción se compra por
barco parcialmente en la lejana Australia. Con el fin de saciar el
hambre de construir en Singapur y proporcionar suficiente tierra
firme para los rascacielos, la isla importa arena, por ejemplo, de
los estados limítrofes. Las grandes perjudicadas son principalmente
las islas de Indonesia: ya han desaparecido más de 20. En 2007, sin
embargo, el gobierno de Indonesia dejó de suministrar arena a
Singapur. Por cierto, lo mismo se aplica a las costas africanas: en
Zanzíbar, las playas paradisíacas están desapareciendo, para que
haya suficiente arena para los proyectos de construcción en el
continente.
Hábitat caro
Hasta ahora, las
playas alemanas no se ven afectadas por el robo de arena. Esta no es
solo un recurso para la construcción, sino que también proporciona
un hábitat, que cada año se ve amenazado. Por ejemplo, las islas
alemanas, como Sylt, sufren tempestades invernales. Después de un
fin de semana ventoso, la famosa isla puede perder hasta 100.000
metros cúbicos de arena en la costa oeste de la isla, unos 725
campos de voleibol de playa. Para proteger a la isla de las fuerzas
de la naturaleza, cada año se bombea, después de la temporada de
tempestades, alrededor del millón de metros cúbicos de arena desde
el fondo del mar a la playa. Desde hace aproximadamente 40 años, los
habitantes de Sylt protegen así su isla. "Eso es un problema de
costos", dice Harald Elsner, quien está seguro de que hoy, sin
estas medidas, solo quedaría una pequeña parte de la isla.
Según el experto
Elsner, la arena es básicamente un recurso finito, pero: "Crear
pánico por la arena en Alemania no es apropiado, pero observar el
mercado mundial de la arena es sin duda de interés".
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Fuente:
Jennifer Wagner, El hambre global de arena: buena para la economía, mala para el medio ambiente, 06/08/18, Deutsche Welle. Consultado 07/08/18.
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