por Desmond Brown
SAINT GEORGE, 10
ago 2018 (IPS) - Granada todavía evalúa los daños de las fuertes
lluvias de la primera semana de este mes, que generaron “amplias y
extensas” inundaciones y volvieron a subrayar la gran
vulnerabilidad de los pequeños estados insulares en desarrollo
(PEID) frente al cambio climático.
El recuerdo de
los eventos climáticos extremos de 2004 y 2005 siguen frescos en la
mente de la población, recordaron funcionarios locales. La elevación
del nivel del mar es responsable de la gran erosión costera, y los
huracanes y tormentas tropicales destruyen de forma regular
infraestructura crucial para este país del Caribe.
Durante tres
horas, entre las nueve y las 12 del mediodía del 1 de este mes, una
ola tropical que interactuó con una Zona de Convergencia
Intertropical atravesó el país, causando fuertes precipitaciones,
que derivaron rápidamente en inundaciones.
La Oficina
Meteorológica de Aeropuerto Internacional Maurice Bishop registró
152 milímetros de lluvias en las tres horas. Y las autoridades
informaron que en el interior de la isla llovió mucho más, aunque
no han dado a conocer datos precisos.
“Las
inundaciones fueron amplias y extensas”, dijo Winston Garraway, del
Ministerio de Resiliencia Climática, en diálogo con IPS.
Las parroquias de
“Saint David y Saint George se vieron muy afectadas y decidimos
declararlas áreas de desastre”, apuntó.
En Saint David,
Garraway dijo que hubo 60 deslizamientos de terreno que afectaron las
rutas de esa parroquia, la principal zona agrícola del país.
Nueve casas
quedaron muy dañadas y hubo que reubicar a las familias, apuntó.
Las autoridades evalúan si demolerlas y reconstruirlas o
reubicarlas.
“El estadio
nacional también sufrió el impacto de las inundaciones, lo que
probablemente tenga consecuencias sobre las actividades a realizarse
en el futuro inmediato”, añadió Garraway.
Los daños
sufridos por el piso del estadio obligaron a posponer uno de los
principales acontecimientos del carnaval.
Garraway, quien
también es responsable de ambiente, silvicultura, pesca y gestión
de desastres, dijo que los eventos climáticos eran otro claro
recordatorio de que Granada y otros PEID están entre los países más
vulnerables al impacto del recalentamiento planetario.
“Hemos
capacitado a nuestros funcionarios en medidas de mitigación. Pero
cayó tanta agua en tan poco tiempo, que todo el sistema se inundó,
y habla claramente de los efectos del cambio climático”, subrayó.
“Uno podría
preguntar, ¿hay posibilidades de mitigar frente a esos desafíos que
vemos? En cierto sentido, creo que sí, en un sentido amplio, no. El
sistema no podría haber absorbido el volumen de agua que tuvimos en
tan poco tiempo”, explicó.
El ministro de
Comunicaciones, Trabajo y Servicios Públicos, Gregory Bowen,
coincidió con Garraway que acontecimientos como ese subrayan los
efectos del cambio climático en los PEID.
Bowen señaló
que hay una necesidad urgente de fondos para ayudar a las
comunidades.
“Un gran
volumen del agua de las inundaciones pasan por terrenos privados. El
Estado es responsable de la propiedad estatal, pero para los
privados, el tamaño del drenaje que tendrá que circular por su
propiedad, no lo pueden costear”, explicó Bowen.
“Esa es un área
en la que tenemos que trabajar, en conseguir fondos para ayudar a la
población. Porque cuando venga la lluvia, encontrará su propios
caminos y, por lo general, en tierras privadas. Si tiene un buen
sistema de drenaje, puede canalizar de forma adecuada la
escorrentía”, abundó.
“Ese es un
componente fundamental que tenemos que movilizar de inmediato. Se
necesitan millones de dólares para gastar en eso”, añadió.
Pero la isla
sencillamente no puede hacer frente a los costos, y señaló que
Granada concluyó hace poco un Programa de Ajuste Estructural de tres
años, con apoyo del Fondo Monetario Internacional.
Todavía está en
marcha la evaluación de impacto formal, a cargo del Ministerio de
Obras Pública y el de Finanzas, pero las autoridades ya se han
puesto en contacto con socios regionales en busca de apoyo.
Garraway dijo que
los funcionarios de la Agencia de Gestión de Emergencia de Desastre
del Caribe, con sede en Barbados, se puso en contacto con
funcionarios de gestión de desastres para determinar el daño y las
necesidades inmediatas.
Mientras, el
epidemiólogo del Ministerio de Salud, Shawn Charles, recomendó a la
población mantenerse alejada de las aguas estancadas que dejaron las
inundaciones. No solo pueden estar contaminadas con desechos, como
botellas rotas y plásticos, alertó, sino también pueden contener
patógenos que causan problemas de salud que ponen en riesgo la vida.
“El agua de las
inundaciones con el nivel de lluvias recibidas de la ola tropical
está normalmente contaminada con todo tipo de cosas y no es bueno
para nadie quedar expuesto”, explicó Charles a IPS.
“Hay todo tipo
de contaminantes que pueden impactar de forma diferente, por lo que
debe evitarse nadar, correr o hacer otras cosas en ese tipo en el
agua contaminada”, añadió.
“Uno de los
contaminantes peligrosos es la orina de rata, el principal transmisor
de la leptospirosis, una enfermedad que puede ser mortal”,
ejemplificó.
“No se aconseja
que la gente se exponga a las aguas inundadas. No es prudente, puede
derivar en enfermedades. La gente debe ser muy cuidadosa. El contacto
con el agua de las inundaciones debe evitarse”, insistió.
Traducción:
Verónica Firme
Fuente:
Desmond Brown, El cambio climático inunda a una vulnerable Granada, 10/08/18, Inter Press Service. Consultado 10/08/18.
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