La bajante del
dique La Quebrada generó primero la alerta para Río Ceballos, que
se extendió ahora al resto de los municipios. Declararon la
emergencia: habrá cortes rotativos y controlarán que no haya
derroches de agua.
En alerta por los
pronósticos de profundización de la emergencia hídrica en las
Sierras Chicas, autoridades municipales, prestadoras del servicio de
agua potable y la Provincia se reunieron ayer para definir planes de
acción en el corto plazo para esa región. Tras tres años con
lluvias por encima del promedio, en 2018 retorna la crisis hídrica a
esta zona, la de mayor crecimiento poblacional en Córdoba en las dos
últimas décadas.
El nivel de
bajante del dique La Quebrada, que ayer se situaba a lejanos 11
metros de su vertedero, disparó la preocupación en el corredor que
va desde La Calera a Salsipuedes y apresuró medidas que atenúen el
impacto y hagan reducir los consumos.
Río Ceballos fue
la primera ciudad que se declaró en emergencia hídrica con
sanciones por uso indebido del agua potable, sólo reservado ahora
para consumo humano. En la mayoría de sus barrios comenzará desde
el lunes un cronograma de cortes rotativos del servicio, de 12 horas
por día.
Actualmente los
vecinos de Río Ceballos se abastecen del agua que se extrae del
dique La Quebrada, al igual que un sector de Salsipuedes. Mientras
que un 40 por ciento de Río Ceballos y la mayor parte de Salsipuedes
reciben agua de la planta potabilizadora de La Calera, como lo hacen
también esta ciudad, Unquillo y Mendiolaza.
En baja
Sin embargo, la
persistente sequía de este año y los pronósticos para los meses
por venir obligaron a definir planes de contingencia a corto y
mediano plazo.
“En abril,
desde Río Ceballos, ya advertimos esta preocupación y comenzamos a
analizar medidas de control del uso del agua potable. En nuestra
ciudad los habitantes están concientizados del problema, pero nos
preocupaba que las otras ciudades no adoptaran medidas similares. Por
eso es bueno el compromiso asumido ahora por el resto, desde La
Calera hasta Salsipuedes”, apuntó Víctor Tavella, presidente de
la cooperativa de agua de Río Ceballos.
Junto a la
Secretaría de Recursos Hídricos de la Provincia, se acordó
trabajar en la restricción con cortes rotativos programados y
reactivar pozos como fuentes alternativas en Mendiolaza, Unquillo y
Río Ceballos, que aportarán caudal extra a los sistemas de
abastecimiento de las plantas potabilizadoras de La Quebrada y de La
Calera.
“Ante la
bajante de La Quebrada y la proyección para los próximos 90 días,
tomamos la decisión de declarar la emergencia hídrica regional y
aplicar cortes como medida preventiva. Aunque el pronóstico de
lluvias hacia fin de año es medianamente alentador, todo indica que
estos próximos meses resultarán complicados”, expresó Daniel
Salibi, intendente de Mendiolaza.
Río Ceballos y
Salsipuedes aplicarán cortes programados de 12 horas, dos días a la
semana. Unquillo, Mendiolaza, La Calera, Villa Allende y Saldán
adherirán con cortes, aún por definir, pero más reducidos en
horarios.
Los demás
embalses están en mejor nivel
La Quebrada es el
único que registra una bajante notoria.
Todos los diques
cordobeses tienen algo menos de agua que hace un año, pero la merma
es poco significativa y encuentra explicación en un último verano
que dejó menos lluvias que los tres anteriores. Todos, salvo La
Quebrada, que registra una baja mucho más notoria. Los grandes, como
Embalse, Los Molinos, San Roque y La Viña, están apenas por debajo
del nivel de hace un año. El de Cruz del Eje está a 2,5 metros.
Pero La Quebrada registra ahora 8,6 metros menos que un año atrás.
Fuente:
Crisis hídrica, de regreso a la región de Sierras Chicas, 11/08/18, La Voz del Interior.
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