La Municipalidad
firmó un convenio con la UTN Córdoba para monitorear la
contaminación en el Centro de la ciudad. Habrá un índice con una
escala de colores que servirá para dar recomendaciones a la
población.
por Lucas Viano
En su momento, la
ciudad de Córdoba fue pionera en medir la calidad de aire en
Argentina. Pero los famosos “camioncitos de Martí” se fueron
rompiendo y nunca se repararon. Los últimos datos sistemáticos
datan de 2001.
Ahora, la
Municipalidad de Córdoba volverá a medir esta variable clave para
la salud y el ambiente gracias a un convenio firmado con la Facultad
Regional Córdoba de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN).
El municipio le
garantiza un sitio para que especialistas de la UTN instalen el
equipo. El lugar elegido es la Casona Municipal (La Rioja y General
Paz). Es estratégico porque está en el Centro de la Capital, donde
los niveles de polución del aire son altos. Además está muy cerca
de Colón y General Paz, donde estuvo más tiempo instalado el último
dispositivo que realizó más mediciones en periodos anteriores.
Héctor Macagno,
director del Centro de Investigación y Transferencia en Ingeniería
Química Ambiental de la UTN, explica que se trata de un equipo que
cumple con todas las normativas internacionales y está calibrado con
patrones del Primer Mundo.
El aparato puede
medir material particulado menor a 10 micrones (PM10), óxidos de
azufre, óxidos de nitrógeno, ozono y monóxido carbono. Sin
embargo, la UTN generará un índice de calidad de aire más sencillo
para que la Municipalidad lo publiqué en su web y sea más
comprensible para los vecinos.
“La idea es
generar un índice de calidad del aire que sea público y esté on
line. A partir de ese índice se pueden dar diferentes
recomendaciones”, explicó Sebastián Roca, subsecretario de
Ambiente de la Municipalidad.
Se espera que las
primeras mediciones están listas a fines de julio. El convenio es
por dos años con renovación automática. “El problema es la
continuidad y el mantenimiento de este equipo. El acuerdo garantiza
esto y está basado en nuestro interés científico y en la
experiencia que tenemos en mediciones de calidad de aire para la
industria”, detalló Macagno.
En otras
ciudades, como Santiago de Chile, se han tomado medidas de mitigación
de la contaminación a partir de estas mediciones. Roca no descartó
que en un futuro los datos puedan servir para eso, aunque remarcó:
“Primero queremos ver dónde estamos parados para ver qué acciones
se pueden tomar”.
Macagno
coincidió: “Las mediciones que hay de Córdoba son muy antiguas.
Por eso es importante recabar información científica para luego
poder tomar alguna decisión, si es necesario”.
Este equipo
servirá de referencia para instalar más dispositivos en la ciudad,
aunque menos complejos y más económicos. “Tenemos previsto medir
en varios puntos con sensores que estamos desarrollando nosotros,
pero para eso necesitamos un equipo calibrado para comparar los
resultados”, indicó Macagno.
Y Roca agregó:
“La idea es avanzar con estaciones no homologadas, pero tener una
red que, por ejemplo, tenga al parque Sarmiento y a la reserva San
Martín como puntos de referencia, además de otros barrios de la
ciudad”.
Córdoba fue
pionera en el control de la contaminación ambiental. En la década
de 1990, tenía dos camiones que realizaban este trabajo en distintos
puntos de la ciudad. En 2001, el proyecto se quedó sin
financiamiento.
Hubo un nuevo
intento en 2008, pero fracasó. Los últimos y escasos datos
difundidos por la Municipalidad son de 2013.
Un índice simple
Seis niveles. El
índice será el mismo que utiliza la Agencia de Protección
Ambiental de Estados Unidos. Consiste en una escala de seis niveles,
diferenciados por colores.
Verde. Significa
buena calidad, por lo que la contaminación atmosférica presenta un
riesgo escaso o nulo.
Amarillo.
Aceptable, pero podría generar preocupación para personas
excepcionalmente sensibles a la contaminación ambiental.
Naranja.
Insalubre para grupos sensibles, aunque no afectará a las personas
en general.
Rojo. Insalubre.
Todos pueden comenzar a padecer efectos en la salud.
Violeta.
Condiciones de emergencia. Las probabilidades de que toda la
población esté afectada son altas.
Bordó.
Peligroso. Alerta sanitaria. Todos pueden padecer efectos sanitarios
graves.
En Buenos Aires.
La Ciudad de Buenos Aires es la única urbe Argentina que mantiene un
sistema continuo de calidad de aire. Hay estaciones en La Boca,
Parque Centenario, avenida Córdoba y barrio Palermo. El índice
porteño es un “semáforo” de siete colores.
Otros monitoreos
ya alertan del riesgo
Un trabajo
reciente del Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal
(Imbiv) de la Universidad Nacional de Córdoba y del Conicet detectó
niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) muy altos en el Centro y en
las arterias de más tránsito.
Según datos de
la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2012 siete millones de
muertes en el mundo estuvieron asociadas a la contaminación del
aire. La polución atmosférica agrava los cuadros respiratorios de
las personas y es un factor de riesgo en cardiopatías, cánceres y
accidentes cerebrovasculares.
Aunque sin datos
continuos, científicos locales están estudiando esta problemática
en la ciudad de Córdoba desde hace años.
Un trabajo
reciente del Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal
(Imbiv) de la Universidad Nacional de Córdoba y del Conicet detectó
niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) muy altos en el Centro y en
las arterias de más tránsito.
“Es prioritario
tomar algunas medidas para mitigar el impacto de este contaminante”,
aseguró en su momento a este diario Claudia González, una de las
autoras de este trabajo.
La situación más
crítica se da en invierno, cuando en la ciudad de Córdoba ocurre la
inversión térmica. Este fenómeno atmosférico forma diferentes
capas de aire según su temperatura, por lo que los movimientos
verticales de aire se reducen, entonces los gases emanados en la
ciudad quedan atrapados en una primera capa.
La concentración
media de NO2 en el Centro durante el invierno fue de 72,13 partes por
billón (ppb). La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos
(EPA) fija como valor límite 53 ppb.
Material
particulado
En tanto, Hebe
Carrera, también investigadora del Imbiv, está midiendo material
particulado menor de 2,5 micrones (PM2,5).
Esta variable es
una gran amenaza para la calidad del aire en ambientes urbanos y la
principal preocupación de organizaciones de salud mundiales porque
puede penetrar más profundamente en el tracto respiratorio.
Según sus
monitoreos, en promedio, un 17 por ciento de los días del año se
supera el estándar para PM2,5 recientemente establecido por el
Ministerio de Agua, Ambiente y Servicios Públicos de la Provincia de
Córdoba (35 µg/m3).
“Estos
episodios fueron más frecuentes durante el período invernal, en
días con baja temperatura”, detalló Carreras.
Fuentes:
Lucas Viano, Después de 17 años, Córdoba vuelve a medir la calidad del aire, 27/06/18, La Voz del Interior.
Otros monitoreos ya alertan del riesgo, 27/06/18, La Voz del Interior.
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