viernes, 18 de agosto de 2017

Causa Cormecor: Burda maniobra del rectorado de la UNC

El vicerrector remitió el pedido de evaluación del Estudio de Impacto Ambiental a la UTN. ¿Por qué el vicerrector de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) en vez de encargar la evaluación del Estudio de Impacto Ambiental de Cormecor a sus propias facultades lo remite a otra institución universitaria? Resulta que en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), tienen gran injerencia técnicos afines a Cormecor. Incluso, la UTN es un bastión de Javier Britch, actual Secretario de Ambiente de la provincia que ha sido duramente cuestionado por haber otorgado licencia ambiental a Cormecor a pesar de muchas irregularidades constatadas. La licencia ambiental de Cormecor ha sido cuestionada por el TSJ y por un informe técnico de la Defensoría del Pueblo de la Nación. Por lo que una evaluación desfavorable del EIA de Cormecor también recaería sobre Britch. El hecho que la UTN realice la evaluación del EIA de Geoambiental-Cormecor, es una garantía de impunidad para los funcionarios involucrados en estos actos corruptos. La connivencia entre los poderes políticos, judiciales y universitarios en el caso Cormecor es más que evidente.

El pasado 11 de julio, minutos antes del comienzo de la feria judicial, la Cámara Primera en lo Contencioso Administrativo, emitió un decreto solicitándole al rector de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) que en sólo 10 días evalúe y avale el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) producido por la consultora privada Geoambiental para la Sociedad Anónima Cormecor en relación a la instalación de cinco Plantas de tratamiento de residuos sólidos urbanos y tres enormes fosas de enterramiento sanitario para todo el Gran Córdoba, en el predio cercano a Villa Parque Santa Ana.

Inmediatamente, los abogados de los tres amparos contra Cormecor, recusaron a los vocales de la Cámara y apelaron dicho pedido a la UNC por los términos en que se realizó. Ya que en dicho decreto los vocales adelantan opinión en torno a puntos cuestionados y aún no sometidos a prueba. Además, consideran más importante el supuesto impacto sobre la población de la ciudad de Córdoba, en desmedro de las personas que viven en el entorno inmediato al predio destinado al megabasural. También, otorga valor de prueba a un informe exploratorio realizado en 2012 por el Instituto Superior de Estudios Ambientales (ISEA) dependiente de la UNC sobre posibles sitios “aptos y óptimos” para el emplazamiento de un enterramiento de residuos. A pesar que en el mismo estudio se remarca su carácter preliminar y la necesidad de profundizarlo a través de un estudio de campo que no se realizó.

Aunque la apelación a la solicitud a la UNC aún no ha sido resuelta, la semana pasada la justicia negó la recusación de los vocales de la Cámara Primera en los Contencioso Administrativo. Y hoy los vecinos pudimos acceder a la respuesta del vicerrector de la UNC, Pedro Yanzi Ferreira, en la cual informa la remisión del pedido de la justicia al Departamento de Química de la Facultad de Ciencias Exactas y a la Universidad Tecnológica Nacional.

¿Por qué el vicerrector de la principal Universidad del país remitiría un pedido de la Justicia a otra Universidad? La única respuesta posible está en una maniobra de complicidad con el poder político de turno, la voluntad de entregar el trabajo a los amigos de los funcionarios de Cormecor para que avalen de manera fraudulenta un Estudio de Impacto Ambiental claramente manipulado.

Si la revisión del EIA realizado por Geambiental a pedido de Cormecor, la realizaran tomando los parámetros y criterios aportados por el Instituto Superior de Estudios Ambientales (ISEA) de la propia UNC, se comprobaría que el predio está fuera de la zona recomendada y que la puntuación del mismo no alcanzaría para ser considerado “apto”.

El predio está fuera de los cuadrantes de zonas recomendadas por el ISEA
Los vocales de la Cámara Primera, afirman en el decreto del 11 de julio que el predio cercano a Villa Parque Santa Ana está dentro de los cuadrantes recomendados por la UNC para ubicar la Planta: “más precisamente en los sectores de zona sur denominados 17, 18 y 19, al sureste el sector 26, al suroeste el sector 29 y hacia el norte el sector 20, todos a una distancia entre los 10 y 20 km desde el centro de la ciudad de Córdoba.” Ver Decreto: https://drive.google.com/open?id=0BzKANWZs4kFBRDF5LXFDTlMzd28

Sin embargo, especialistas analizaron la ubicación del predio elegido por Cormecor cercano a Villa Parque Santa Ana y constataron que el predio en cuestión está fuera de dichos cuadrantes.


Es decir que los vocales de la Cámara Contencioso Administrativa construyen sus afirmaciones partiendo de una falsedad. En el plano se ve claramente que el predio en cuestión está fuera de los sectores recomendados por el ISEA y citados por el propio decreto (Sectores 17, 18, 19, 20, 26 Y 29).

Sin embargo, en todo este proceso se han construido “falsas verdades” como esta que funcionan con una enorme eficacia y se sostienen con el silencio cómplice de un importante sector de la UNC. En junio de este año solicitamos formalmente al rector Hugo Juri que aclarara públicamente cuál había sido el verdadero trabajo de la UNC en el proceso de selección de sitios para el enterramiento. Que esclareciera que la UNC mediante el ISEA sólo realizó un estudio exploratorio de escritorio, sin trabajo de campo y en tal sólo 90 días sobre un radio de 50 km en torno a la ciudad de Córdoba, sin valor definitivo. Que aclarara que la UNC nunca realizó trabajo de campo en el predio cercano a Santa Ana, por lo cual no lo eligió ni avaló. Le pedimos simplemente que dijeran la verdad ya que Cormecor -y gran parte de la prensa masiva- se cansaron de repetir que el proyecto y el predio estaban avalados por la UNC. Hecho totalmente falso, que sin embargo circuló todo este tiempo como una verdad sin necesidad de ser confirmada. Pero el silencio del rectorado continuó. Quizás, sea necesario aclarar que el rector y vicerrector de la UNC responden al mismo sector político que Mestre, principal accionista de Cormecor.

Es impactante el efecto de legitimación que la sola alusión a la UNC produce. Diferentes legisladores provinciales nos confesaron haber votado la ley de expropiación de ese predio sin leer el proyecto, porque les habían dicho que “todo venía con el aval de la UNC”. Ahora, con el Estudio de Impacto Ambiental de la consultora privada Geoambiental duramente cuestionado por la Defensoría del Pueblo de la Provincia y la Nación, Cormecor pergeña una nueva pseudo-legitimación de la UNC.

Así, la Cámara en lo Contencioso Administrativo, sin hacer lugar a las pericias solicitadas y aprobadas en la primera instancia, pide al Rector de la UNC que avale el Estudio de Impacto Ambiental presentado por Cormecor. Y el vicerrector encomienda tal tarea al Departamento de Química de la Facultad de Ciencias Exactas y lo remite, además, a la Universidad Tecnológica Nacional (UTN). Quien firma la aceptación del pedido por parte de la UTN, es su rector: Héctor Aiassa; quién llamativamente lleva el mismo apellido que el Director de Cormecor, José Aiassa.

Recordemos que hace 4 meses, un instituto de la UTN analizó el agua del canal de Los Molinos, contaminada por la empresa Taym, y sospechosamente comunicó resultados de un agua de alta pureza. Entre los directores de ese instituto figuraba el Secretario de Ambiente, Javier Britch.

Ahora, la remisión del pedido de la Justicia a la UTN, aparece como una maniobra evidente para dejar el estudio en manos de los amigos de Cormecor para legitimar el EIA de Geoamabiental y encubrir un proceso plagado de irregularidades en el que han intervenido claramente intereses económicos y políticos que atentan contra la salud y el ambiente del sur metropolitano.

A 10 meses de incansables reclamos EXIGIMOS UNA JUSTICIA INDEPENDIENTE.

GRACIAS POR DIFUNDIR

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