Deberá
indemnizar con $ 840 mil a una familia que vivió en el depósito de
Avellaneda 1708 y resultó contaminada. Exigen informe de situación
actual. El organismo dice que el plaguicida se trasladó aTaym.
por Javier Cámara
La Sala A de la
Cámara Federal de Apelaciones de Córdoba confirmó la condena
impuesta el año pasado al Servicio Nacional de Sanidad y Calidad
Agroalimentaria (Senasa) por daño moral y físico a una familia que
vivió en un depósito de barrio Alta Córdoba, donde durante décadas
se amontonó un peligroso plaguicida.
El organismo
nacional deberá indemnizar con 840 mil pesos a María Lorena
Andrada, Gastón Alexis Calderón, Adriana Elena García, Dahyana
Carolina Calderón García, Fernanda Ayelén Calderón García y
Micael Joaquín Calderón García.
Estas personas
tenían una relación de parentesco con Néstor Calderón, un
exempleado del Senasa que durante varios años tuvo la
responsabilidad de cuidar el depósito ubicado en calle Avellaneda
1708. Y como vivieron en las inmediaciones, resultaron contaminados,
según se explica en el fallo al que accedió este diario.
La demanda (que
no tiene relación con el caso del “chichón” de uranio mineral
que se encuentra en el predio de la Comisión Nacional de Energía
Atómica, en barrio Alta Córdoba) se planteó años atrás cuando
los damnificados y una veintena de vecinos descubrieron, mediante
análisis de sangre, que tenían metabolitos de DDT en sus cuerpos.
El DDT (dicloro
difenil tricloroetano) es un plaguicida muy
peligroso para la
salud (ver Plaguicida peligroso ) y, de acuerdo con el fallo que
firmaron los camaristas Ignacio Vélez Funes y Graciela Montesi,
bastaron los análisis de sangre de los demandantes para corroborar
el daño.
“Sustancias
químicas depositadas en el establecimiento sin el resguardo
requerido normativamente para su conservación –se lee en el fallo–
fueron halladas en el dosaje en sangre realizado a los accionantes
por parte del Ceprocor. De lo cual es dable inferir que se trata de
una exposición continua a sustancias altamente contaminantes”.
“Falta de
diligencia”
En otro párrafo
del fallo se argumenta sobre la responsabilidad del Senasa en el daño
a los damnificados. “El riesgo potencial antes aludido se concreta
con la presencia de los tóxicos en sangre en el resultado del
laboratorio realizado a los reclamantes, encontrándose de ese modo
acreditado de manera directa no sólo el daño alegado, sino también
el nexo de causalidad entre la falta de diligencia en el
almacenamiento de las sustancias tóxicas en mal estado de
conservación por parte de la demandada y el resultado dañoso
producido y probado en autos”.
El año pasado,
el juez federal N° 2 de Córdoba emitió una resolución
condenatoria, que fue apelada por el Senasa y también por uno de los
abogados, disconforme con sus honorarios.
Ahora, la Cámara
Federal rechazó la apelación y confirmó en gran parte lo dispuesto
por la instancia anterior. Además, los camaristas le exigen al
Senasa que, en un plazo de 15 días de notificada la sanción,
presente un detallado informe sobre la situación actual del
depósito.
En el lugar,
según puede verse desde afuera, el galpón está muy deteriorado y
sin mantenimiento.
Depósito vacío
El director del
Centro Regional Córdoba del Senasa, Aldo Javier Combessies (quien no
tenía esa responsabilidad cuando se concretó la contaminación),
recordó que el material contaminante se ubicó en ese lugar hace
varias décadas, por disposición del entonces Ministerio de
Agricultura de la Nación.
“Hace varios
años se trasladó todo el material al predio de la
empresa Taym
(en Bouwer), donde está debidamente resguardado”, dijo Combessies.
Además, agregó que el Senasa no puede utilizar el depósito en
cuestión porque se encuentra a disposición de la Justicia.
Plaguicida
peligroso
Durante muchos
años, el DDT (dicloro difenil tricloroetano) se utilizó para la
eliminación de plagas e insectos en la agricultura.
En la actualidad,
está considerado como cancerígeno probable (grupo 2b) por la
Agencia Internacional del Cáncer (Iarc), por la Agencia de
Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) y por la Asociación
Argentina Internacional de Cáncer.
En mayo de 2005,
el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA)
planteó, en una conferencia sobre “contaminantes orgánicos
persistentes”, la necesidad de eliminar 12 compuestos considerados
“plaguicidas y productos químicos industriales peligrosos que
pueden matar a la gente, producir daños en el sistema nervioso e
inmunitario, provocar cáncer y desórdenes reproductivos, así como
perturbar el desarrollo normal de lactantes y de niños”. En la
lista se incluyó el DDT.
Fuente:
Javier Cámara, Confirman condena a Senasa por el DDT de Alta Córdoba, 23/06/17, La Voz del Interior. Consultado 23/06/17.
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