RAP-AL
Red de Acción en
Plaguicidas y sus Alternativas de América Latina
RENACE
Red Nacional de
Acción Ecologista de la Argentina
2 de enero 2017
Ante la decisión
del Ministro de Agroindustria de la Provincia de Buenos Aires,
Leonardo Sarquís, firmante de la Resolución a través de la cual se
restringe en todo el territorio de la provincia de Buenos aires el
uso del herbicida 2,4-D, en sus formulaciones esteres butílicos e
isobutílicos, durante el período comprendido entre el 1°de octubre
al 31 de marzo de cada campaña productiva, deseamos realizar las
siguientes aclaraciones:
1- Los títulos
de varios medios periodísticos escritos y portales de internet
resultan engañosos dado que anuncian “se prohíbe el 2,4 D”
cuando en realidad se restringe el uso de una parte de los principios
activos, los esteres butílico e isobutílico, y solo durante una
parte del año, el período de tiempo que transcurre entre el 1/10
hasta el 31/3, de la misma manera que ya lo hicieron otras provincias
Argentinas como Córdoba. Otras provincias, como Santa Fe, han
avanzado aún más dado que se prohibió su uso y aplicación en todo
el territorio de la Provincia durante todo el año, por cualquier
medio y para cualquier tipo de cultivo.
2- La medida
comienza a instrumentarse a partir del año 2017, lo cual implica un
uso libre durante este verano, aspecto que expone a intoxicaciones
agudas y crónicas a trabajadores, productores y comunidades aledañas
a donde se realizan las aplicaciones.
3- La resolución
no hace referencia a las sales aminas del 2,4 D, lo cual representa
que pueden seguir usándose. De esta manera NO hay restricción para
el uso de 2,4 D en general, sino para sus compuestos más volátiles
y sólo en los meses históricamente más calurosos.
4- Cabe recordar
que El 2,4-D pertenece al grupo de los herbicidas orgánicos
sintéticos llamados clorofenólicos o fenoxi. El 2,4-D funciona como
un herbicida sistémico y se utiliza para controlar muchos tipos de
plantas silvestres de hoja ancha, pastos y otras monocotiledóneas,
plantas leñosas, plantas acuáticas. El 2,4-D es un polvo cristalino
blanco. Existe en forma de escamas, polvo, polvo cristalino y en
forma sólida.
5- La mayor parte
de los productos formulados con el principio activo 2,4 D registrado
en la Argentina se encuentran clasificados en la clase II
(moderadamente tóxicos) según la clasificación adoptada por el
Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) y
Organización Mundial de la Salud (OMS); que sólo considera la
toxicidad letal aguda, si mata en el corto plazo, pero no considera
la toxicidad subletal, la crónica letal y subletal, si enferma o
mata en el mediano y largo plazo, ni la sinérgica.
6- Existe
suficiente información epidemiológica (1) que dan cuenta de la
posibilidad de producir síntomas y enfermedades como:
A nivel agudo, dolor del pecho y del abdomen, dolor de cabeza, irritación de la garganta y del pecho, náuseas, vómitos, mareos, fatiga, diarrea, pérdida temporal de la visión, irritación del tracto respiratorio, confusión, contracciones musculares, alcalinización de la orina, sensibilidad o rigidez, adormecimiento y cosquilleo, dificultades respiratorias, parálisis fláccida, sangrado e hipersensibilidad química, baja presión sanguínea, aumento de la temperatura corporal, pérdida del apetito.
Por su parte, la exposición oral crónica (de largo plazo) al 2,4-D tiene efectos sobre el sistema nervioso central, la sangre, el hígado y los riñones, El 2,4-D es mutagénico en los sistemas de pruebas (humanas y animales). Se demostró que el 2,4-D causa un aumento del número de espermatozoides anormales en los agricultores expuestos. El 2,4-D es además un alterador endocrino y puede interferir en el sistema hormonal y ponerlo en riesgo, con la posibilidad de causar muchos problemas graves, incluso cáncer. La Agencia Internacional de la Investigación sobre el Cáncer (que forma parte de la OMS) coloca a todos los herbicidas clorofenoxi, incluido el 2,4-D, dentro del Grupo 2B: posiblemente carcinogénico para los seres humanos.
A los problemas generados por la exposición a los plaguicidas formulados con 2,4-D se añade la posible contaminación por dioxinas generada de manera no voluntaria durante su producción industrial.
7- Será
sumamente difícil realizar las acciones de monitoreo y control ya
que puede ser adquirido y almacenado en cualquier época del año.
Solo se podrá sancionar a aquellos sorprendidos “in franganti
delito” o por denuncias, como sucede en la actualidad, de miembros
de las comunidades afectadas.
8- Denunciamos
que a partir de las políticas públicas se continua apoyando un
sistema productivo basado en monocultivos que dada su
insustentabilidad requiere de la continua aplicación de herbicidas,
insecticidas y fungicidas.
9- La utilización
continua de herbicidas, como el glifosato, ha determinado la
aparición de resistencias genéticas entre las plantas silvestres,
aspecto que ha determinado un incremento en el uso del herbicida 2,
4, D tanto en cultivos intensivos como extensivos.
10- La
generalización del uso del 2,4-D en la agricultura, tanto en
sustitución de los formulados mucho menos efectivos del glifosato
por la dominancias de los biotipos de malezas resistentes, así como
por la generación y búsqueda de registro de variedades de cultivos
resistentes, generan las condiciones de un nuevo ciclo de uso masivo
de este pesticida químico mucho más peligroso para el ambiente y la
salud de la población, y nuevamente la inevitable dominancia de los
biotipos resistentes.
11- Se debe tener
presente que en la provincia de Bs. As, al igual que en otros
territorios de la Argentina, se continúan utilizando plaguicidas
altamente peligrosos, prohibidos o restringidos en otros países,
como fipronil, clorpirifos e imidacloprid, aspecto que demuestra
total indiferencia hacia la protección de la salud socioambiental.
12- Reclamamos
que mediante la aplicación del principio de precaución, consagrado
en nuestra constitución Nacional, se proceda a la prohibición total
del 2, 4 D en todas sus formulaciones, modos de aplicación y en
todos los días de año en todo el territorio de la Nación
Argentina. Existen alternativas no químicas que basadas en
estrategias, prácticas y tecnologías de tipo agroecológico
permiten producir de manera sustentable y viable sin el uso de ningún
tipo de herbicidas.
Claudio Lowy por
RENACE
Javier Souza
Casadinho por RAPAL
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