miércoles, 26 de octubre de 2016

“Santiago tiene todas las condiciones para ser una ciudad amigable”

A pesar de los múltiples problemas que aquejan a Santiago, el arquitecto y urbanista chileno Luis Eduardo Bresciani tiene una visión optimista sobre el futuro de la capital chilena. Los desafíos no son pocos.

por Victoria Dannemann

El profesor de la Universidad Católica de Chile y Presidente del Consejo Nacional de Desarrollo Urbano, Luis Eduardo Bresciani, augura un buen futuro para Santiago. El arquitecto y urbanista compartió con DW su diagnóstico y mirada sobre la capital chilena.

DW: ¿Cómo se imagina la ciudad de Santiago en el futuro?
Luis Eduardo Bresciani: Soy optimista. Existen aprendizajes institucionales y nuevas políticas urbanas en curso que auguran mayores avances en el acceso a mejores infraestructuras y viviendas, con nuevos mecanismos de financiamiento, de integración social de hogares, transporte público sustentable y provisión equitativa de bienes públicos.

¿Cómo se llevarán a cabo estas políticas?
Serán articuladas y profundizadas por los recientes cambios constitucionales chilenos que otorgarán más poderes a las áreas metropolitanas, en particular al Gobierno Metropolitano de Santiago.

¿En qué ayudará el que exista este gobierno metropolitano?
En Chile hay consenso que la alta fragmentación en la gobernanza y planificación de las ciudades es una de las principales causas de la limitada efectividad de las políticas sectoriales. Un ejemplo es la segregación social, la cual en parte es causada por políticas de vivienda que no se coordinan con las de transporte público, equipamiento social y gestión del suelo. La elección democrática de un gobernador con mayores poderes de coordinación y planificación podría significar grandes progresos para la ciudad.

¿Qué desafíos enfrenta?
El explosivo crecimiento de más del 8% anual del uso del automóvil por encima del transporte público y la creciente oposición de las comunidades locales a la renovación de barrios interiores de la ciudad, podría impulsar la construcción de nuevos suburbios segregados y distantes de los actuales centros de empleo, afectando los actuales equilibrios. Sin una mejor planificación metropolitana, se dificulta compatibilizar la protección de la identidad de los barrios con la necesaria densificación de la ciudad.

¿Qué mejoras se esperan en el futuro?
La ampliación de las redes del ferrocarril metropolitano, que hacen del Metro de Santiago el 25° en extensión en el mundo, la mejora del transporte público de superficie y la renovación de las avenidas asociadas, la construcción de nuevos parques metropolitanos y las recientes leyes que obligan al sector inmobiliario a mitigar sus impactos y aportar al desarrollo de espacios públicos, tendrán efectos positivos en el desarrollo urbano y en el acceso equitativo a los beneficiarios de la ciudad.

¿Qué obstáculos podrían tener estos planes?
La principal amenaza radica en la capacidad de coordinar la planificación urbana local con la metropolitana. El Área Metropolitana de Santiago tiene un territorio fragmentado en 52 municipios, lo que dificulta la coordinación de la planificación del suelo y las inversiones urbanas. De no haber acuerdos estables, los niveles de segregación social, desigualdad o congestión en el transporte podrían incrementarse producto de las acciones municipales.

¿Cuáles son sus propuestas o consejos para mejorar la calidad de vida en Santiago?
No existen balas de plata. Esto depende de la combinación en el tiempo de liderazgos claros y múltiples instrumentos y proyectos con énfasis en la provisión de bienes públicos. Pero existen tres condiciones para el éxito de las políticas urbanas sostenibles en un área como Santiago: un gobierno metropolitano fuerte, planificación urbana integrada y mecanismos fiscales y económicos que corrijan las distorsiones de los mercados del suelo, incrementen el financiamiento urbano y garanticen incentivos para prácticas sostenibles en transporte y desarrollo urbano.

¿Es posible pensar en una ciudad más amigable?
Santiago tiene todas las condiciones para ser una ciudad amigable si prioriza mayores niveles de equidad y calidad en el acceso a bienes públicos. Sus siete millones de habitantes permiten que exista diversidad social y cultural, sumado a unas dinámicas económicas globales fuertes que otorgan oportunidades a sus habitantes. Tiene una larga tradición de centros urbanos vibrantes y caminables, una extensa red de transporte público, barrios y comunidades con fuertes identidades y una geografía en relación privilegiada con su paisaje natural. Aunque como en otras ciudades, la inseguridad es un tema recurrente, Santiago aún tiene índices bajos de delitos.

¿De qué manera la Conferencia Habitat III puede contribuir a mejorar la ciudad?
Para un país como Chile, es una gran oportunidad para poner de relieve el rol de las ciudades en el desarrollo de las naciones y poner en las agendas las nuevas políticas urbanas sustentables que estamos discutiendo en Chile, que han aprendido de los errores de los países industrializados y de las innovaciones de los países emergentes.

Santiago de Chile: Proyectos para una capital más limpia

El urbanista y decano de la Facultad de Arquitectura de la Universidad del Desarrollo, Pablo Allard está convencido de que “Santiago puede llegar a ser una de las ciudades con mejor calidad de vida en Latinoamérica”.

por Victoria Dannemann

Con poco más de 6,5 millones de habitantes, las tasas de crecimiento demográfico indican que nunca llegará a los 10 millones, es decir, nunca será una mega ciudad como Buenos Aires, Río o Ciudad de México, con sus problemas asociados. “Pero sí tiene la masa crítica para ser una ciudad y centro de negocios atractivo. Es la capital más segura de Latinoamérica, tiene estabilidad económica, política y social, con un entorno natural pivilegiado (a los pies de la Cordillera de los Andes) y un sector privado que colabora en el desarrollo de la ciudad”, indica. Aquí tres proyectos destacados:

Mapocho 42k
Surge de una iniciativa académica de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Católica y hoy se implementa en conjunto con autoridades de gobierno y municipales.

Consiste en un sistema de parques continuos y ciclovía de cerca de 42 kms en la ribera sur y norte del río Mapocho, que atraviesa once comunas de Santiago. “Este proyecto recupera el río Mapocho y esta zona que siempre había sido considerada que le daba la espalda a la ciudad”, destaca el arquitecto.

El cicloparque se ha ido implementando por tramos y en varias comunas ya hay algunos en uso. “Esta es una iniciativa muy interesante que promueve un transporte limpio y sustentable como es la bicicleta, recupera un espacio público y el corredor ecológico que representa el Mapocho”, agrega Allard.

Esta columna vertebral metropolitana en sentido oriente-poniente permitirá conectar geográfica y socialmente la ciudad. A finales de 2016, debe haberse construido la mitad.

Teleférico Bicentenario
Este es un proyecto muy innovador. Será el primer teleférico que se usa como transporte público en Chile, lo que es una tendencia que ya se ha visto en Medellín, Bogotá, Caracas y La Paz”.

Debido al obstáculo geográfico que representa el Cerro San Cristóbal, era necesario encontrar una solución que uniera las comunas que están a cada lado. En este caso, el teleférico conectará desde la estación de metro en Costanera Center (gran centro de negocios, servicios, comercio y aglomeración de personas), con la Ciudad Empresarial en la comuna de Huechuraba. Se trata de un centro de negocios, servicios y equipamiento muy importante de la capital chilena.

Actualmente esos dos puntos tienen muy mala conectividad. El teleférico reducirá considerablemente el tiempo de viaje para quienes trabajan en un extremo u otro, y ayudará a desincentivar el uso del automóvil, disminuyendo la congestión de las calles.

Es una propuesta del sector privado que se incorporó al sistema de concesiones del Ministerio de Obras Públicas y que debe salir a licitación a principios del 2017.

Nuevas autopistas urbanas
Pablo Allard destaca dos autopistas que están en proyecto también en el sistema de concesiones del Estado: la Costanera Central y la Américo Vespucio Oriente, que ofrecen vías de conexión rápida para largas distancias dentro de la ciudad.

La autopista Costanera Central conectará la ruta 78, que tiene su origen en la costa, con una de las comunas más habitadas (Puente Alto) donde hay problemas de conectividad vial.

La autopista Américo Vespucio Oriente pasará por debajo del parque de la actual avenida del mismo nombre. “Se está diseñando con un cuidado especial por el entorno urbano. Va a ir subterránea en todo su trayecto y permitirá completar el anillo de Américo Vespucio con una oferta de mucha mayor calidad”, destaca Pablo Allard.

Las obras de construcción de ambas autopistas no comenzaron aún. Sólo se adjudicó el primer tramo de la Américo Vespucio Oriente y se está afinando el diseño para salir a licitación de la Costanera Central.

Fuentes:
Victoria Dannemann, “Santiago tiene todas las condiciones para ser una ciudad amigable”, 17/10/16, Deutsche Welle.
Victoria Dannemann, Santiago de Chile: Proyectos para una capital más limpia, 17/10/16, Deutsche Welle.

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